En esos años, los 87 exconsejeros y ex altos cargos de la caja que se aprovecharon de esas tarjetas B, aparte de otro tipo de retribuciones -dietas por asistir a consejos y comisiones, e incluso tarjetas de empresa ordinarias en algunos casos-, declararon un salario conjunto de casi 145 millones de euros. No obstante, cuatro de ellos no llegaron a hacer uso de ese dinero de plástico, aunque tampoco denunciaron que existiera alguna práctica anómala.
En plena crisis
Los siete principales directivos de Caja Madrid, hombres de confianza del entonces presidente Miguel Blesa, percibieron un sueldo medio de más de 1,5 millones entre el 2007 y el 2011, precisamente los años en que el país entraba en crisis, el sector inmobiliario se desplomaba y las cuentas de la entidad se resentían. El propio Blesa fue el que más ganó en ese tiempo (3,11 millones), seguido de Rodrigo Rato (2,60 millones) e Ildefonso Sánchez Barcoj (2,43 millones), mano derecha del primero y corresponsable de urdir el sistema de las tarjetas B.