El presidente de la SEPI da carpetazo a la construcción del dique en Ferrol

B. A. cadahía FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

Justifica el desvío a Cádiz de los trabajos del flotel y promete no realizar ajustes laborales, a pesar de las pérdidas

03 oct 2014 . Actualizado a las 13:04 h.

El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, compareció ayer en la comisión de Presupuestos del Congreso. Estos fueron sus principales anuncios sobre Navantia, propiedad de la SEPI.

Los próximos proyectos

Tres grandes planes. Aguirre confía en que el año que viene la empresa pública Navantia tendrá «tres grandes realidades» como son la construcción del flotel, la del gasero y la de buques de acción marítima, contratos estos últimos que se encuentran en negociación. Además, Iberdrola dará a conocer en las próximas semanas si los astilleros ferrolanos fabricarán 29 piezas denominadas chaquetas metálicas para un parque eólico pionero en el mar Báltico.

Dique flotante

Ninguna esperanza. Ramón Aguirre dio carpetazo a la posibilidad de construir el dique flotante de Ferrol, ya que el actual proyecto incluye la aportación de recursos públicos que serían considerados ayuda de Estado. Repitió los argumentos usados por las autoridades comunitarias.

Flotel

Polémico desvío de trabajo a Cádiz. La explicación que dio Aguirre sobre ese desvío ofende en Ferrolterra. Destacó que el traslado de ocho bloques del flotel al astillero de Puerto Real solo representa el 2 % de la producción global (25.000 horas de trabajo sobre un total de 1.100.000), lo que a su entender apenas supone carga de trabajo para los astilleros gallegos. En relación al fin del veto a la construcción civil, Aguirre se remitió a la afirmación de la Comisión Europea en la que confirmaba que el 1 de enero del 2015 expiran los compromisos de España. En cualquier caso, pidió prudencia «hasta que el nuevo comisario de la Competencia tipifique el fin del veto a la construcción civil».

Pérdidas asumibles

No habrá ajustes laborales. Una de cal y otra de arena. El presidente asegura que las cuentas de la SEPI están saneadas y que los 341 millones de euros de beneficios previstos podrían llegar a 458 millones si no fuera por los compromisos laborales «preexistentes» con el Grupo Izar y el Grupo Hunosa, que detraerán 275 millones de sus recursos. Gracias a esta situación, se aportarán 350 millones para compensar pérdidas en Navantia, Izar y Hunosa. El grupo público cerrará el ejercicio 2015 con una deuda que supone una reducción del 35,8 % (192 millones menos) respecto a la que tenía en el 2012. Y otra de las novedades es que no habrá ajustes laborales: Aguirre señaló que el próximo año se perderán 1.520 puestos (el 2 % de la plantilla), fundamentalmente por «factores vegetativos», con lo que a final del ejercicio la SEPI contará con 71.757 empleados. «No hay previsión de ningún ajuste de plantilla», zanjó el presidente.

Nuevo modelo

«Mera tutela» de Defensa. Sobre el nuevo modelo de supervisión de Navantia por parte del Ministerio de Defensa, Ramón Aguirre aseguró que se trata de una mera asignación de tutela. «No supone una nueva organización ni ningún cambio organizativo, tampoco cambia el porcentaje de participación pública en las empresas ni el titular de las acciones, ni la configuración de la representación en los consejos», subrayó.