Hacienda confía en el consumo para reactivar los ingresos tributarios el año que viene

a. e. madrid / colpisa

ECONOMÍA

El Consejo de Ministros aprobará hoy el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2015, con una previsión de ingresos de 133.712 millones de euros y unos gastos de 162.000, lo que deja un déficit de casi 31.000 millones.

26 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

El Consejo de Ministros aprobará hoy el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2015, con una previsión de ingresos de 133.712 millones de euros y unos gastos de 162.000, lo que deja un déficit de casi 31.000 millones. Para conseguir ese dinero, el Gobierno confía en la recuperación económica (va a elevar la previsión de crecimiento del PIB para el año que viene al 2 % frente al 1,8% que había estimado antes) y en el consumo (también sube el aumento estimado del gasto privado del 1,8 al 2,1 %).

Con más crecimiento económico, más consumo y más empleo (subirá un 1,4 % según las nuevas estimaciones), el Ejecutivo espera que la recaudación por IVA se incremente un 7,2 % respecto a la que se registrará este año. El principal impuesto indirecto proporcionará a las arcas públicas 60.260 millones de euros el año que viene frente a los más de 56.000 que se recaudarán este año, según el avance de liquidación. Esta previsión de aumento del IVA es mucho más llamativa si se compara con la que se hizo al elaborar los presupuestos de este año cuando se estimó un incremento de los ingresos por este impuesto de solo el 2,7%.

A su vez, los impuestos especiales aportarán algo menos de 20.000 millones de euros, con un incremento del 4,4% respecto a la liquidación prevista para este año. En total, el Ministerio de Hacienda calcula que la recaudación por impuestos indirectos aumentará un 7,2 %, casi el doble que la derivada de impuestos directos, que está previsto suba un 3,9 %.

En el caso de los tributos directos, la reforma fiscal y, sobre todo, la rebaja del IRPF empezará ya a notarse el próximo año. Por eso, la recaudación del impuesto sobre la renta refleja una disminución de medio punto.