Abanca se garantiza su salida a bolsa tras colocar a inversores 270 millones en convertibles

ECONOMÍA

El 41 % de los bonos los han adquirido Escotet y sus dos socios en el primer paso del banco para poder cotizar, a partir del 2016

23 sep 2014 . Actualizado a las 10:38 h.

La salida a bolsa del mayor banco de Galicia inicia el camino para convertirse en realidad. Lo anunció en junio el presidente de Banesco, dueño de Abanca, Juan Carlos Escotet, en la convención con la plantilla, y ahora la entidad ha dado un paso clave. Ha colocado entre los propios accionistas de Banesco, grandes inversores, patrimonios, fondos... casi 270 millones de euros (269,6, en concreto) en bonos convertibles de Abanca. Más en concreto, de la entidad que salga tras la integración con el Etcheverría (que será el 15 de noviembre). El propio Escotet y sus dos socios principales en Banesco (Luis Xavier Luján y Miguel Ángel Marcano) han adquirido 111,8 millones, el 41,5 % del total, según fuentes conocedoras de una operación que hoy se inscribirá en el Registro Mercantil. El resto de compradores (que serán futuros copropietarios de Abanca) son una incógnita.

Esos 270 millones en bonos se convertirán obligatoriamente en acciones de Abanca, como muy tarde, en octubre del 2019. De esta forma, Banesco trata de blindar esa operación en el mercado al garantizarse que contará al menos con 270 millones en acciones. Porque no devolverá la cantidad inicial en dinero en efectivo: solo lo canjeará por títulos en bolsa.

Esta cantidad supone, ahora mismo, el 10 % del patrimonio de Abanca. No quiere decir que saldrá a bolsa un 10 % del banco, pero es una buena pista. Las fuentes consultadas en Abanca calculan que será un 25 % como máximo, de tal forma que Banesco, que controla ahora más del 80 % de Abanca, no perderá la mayoría holgada que mantiene en su banco. En todo caso, como Escotet y sus aliados se han hecho con el 41 % de estos bonos, se aseguran proseguir con esa posición de control. Los bonos se canjearán en acciones con un precio equivalente al 80 % del precio de la acción de Abanca, cuyo precio, obviamente, se desconoce aún.

Los bonos comenzarán a tener vigencia a partir del 1 de octubre, y Abanca pagará por ellos un interés del 10 % anual, hasta llegar a un 11 % en el último ejercicio, el quinto. Ojo: los intereses pueden no pagarse en función de los beneficios del banco. Es uno de los riesgos de estos bonos. Además, ayudará al banco a mejorar su solvencia, aunque la propia entidad desvincula esta operación de las inminentes pruebas de resistencia (test de estrés) a la banca europea.

Junto al capital que saldrá a cotizar queda también la duda de cuándo será esa operación. Escotet, en una entrevista en La Voz el 29 de junio, avanzó algo más: «Lo veremos dentro de dos, tres años». Es decir, a partir del 2016. Como fecha tope, el 2019. ¿Por qué? Porque para entonces, como se apuntaba al principio, se convertirán en acciones esos bonos convertibles. En caso de que no haya una OPV (una oferta pública de venta) para salir a bolsa, los títulos se les recomprarán a los inversores. Es decir, Abanca tendría que pagar un buen pellizco.