El G20 quiere poner coto a la evasión fiscal abusiva de las multinacionales

La Voz CAIRNS / COLPISA

ECONOMÍA

La directora del FMI, Christine Lagarde, con De Guindos detrás.
La directora del FMI, Christine Lagarde, con De Guindos detrás. afp< / span>

Uno de los territorios más perjudicados es precisamente la Unión Europea, donde cada año se pierde un billón de euros por culpa de estas prácticas

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos juntos... por el dinero. El G20 ha tocado a rebato para recuperar parte de la sangría fiscal que sufre cada año por culpa de la evasión abusiva de las grandes multinacionales como Starbucks, Amazon, Google o Apple, entre otras, que se llevan a paraísos impositivos las ganancias que antes han obtenido en países de tributación normal.

Uno de los territorios más perjudicados es precisamente la Unión Europea, donde cada año se pierde un billón de euros por culpa de estas prácticas y del fraude en general. La cifra equivale a 2.000 euros por ciudadano y eso preocupa a los responsable de la Comisión, máxime cuando sobre la mesa está la necesidad de allegar fondos para implementar planes de recuperación económica, sobre todo en una más que alicaída zona euro.

Ese es el principal motivo por el que desde Bruselas se apoya con firmeza el plan contra la erosión de la base tributaria y el movimiento de beneficios (BEPS, en inglés) elaborado por la OCDE. Ayer presentó al G20 un primer paquete de medidas durante la reunión que celebran este fin de semana en la localidad australiana de Cairns los ministros de Economía y Finanzas de sus socios, entre ellos el español Luis de Guindos.

«Una seria amenaza»

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, explicó que muchas grandes empresas no pagan impuestos en los países donde generan sus ganancias al reubicar de forma artificial el origen de su actividad en otros que ofrecen un mejor trato fiscal. Se trata, dijo, de una «seria amenaza» no ya para la recaudación de impuestos, sino también para la propia soberanía y la justicia de los sistemas fiscales en todo el mundo. «Buscamos cerrar vacíos legales», anunció Gurría antes de verse con los países que asistieron al G20. «La idea es neutralizar las arcas de estos negocios multinacionales que tienen unos 2 billones de dólares (1,5 billones de euros) en jurisdicciones de baja fiscalidad», añadió.

Los primeros siete puntos de este plan de 15 capítulos, que serán discutidos en Cairns, prevén el diseño de un nuevo modelo tributario y de tratados para asegurar la coherencia de los pagos de los impuestos corporativos a nivel internacional. También proponen evitar el abuso de los tratados a través del «realineamiento impositivo», implementar acciones para asegurar que el valor de los precios de los productos sea acorde con lo que cuesta crearlos, mejorar la transparencia y abordar los retos generados por la economía digital.

Gurría dijo que unos 40 países están dispuestos a implementar estas medidas en el 2017, y que el resto podría hacerlo al año siguiente. Entre los primeros en asumir el compromiso está Australia, según anunció su Tesorero federal, Joe Hockey,

También recalcó la importancia de incluir a los países en vías de desarrollo para que se beneficien de estas medidas, y evitar así que sus territorios sean usados como paraísos fiscales. «El principal desafío para atrapar defraudadores es no dejarles un sitio donde esconderse. Esta es la cuestión, porque la acción unilateral de un país no conseguirá realizar el trabajo», insistió Hockey.

Además del BEPS, los ministros y gobernadores de bancos centrales del G20, junto al FMI, debatirán en Cairns unas 900 propuestas de iniciativas políticas para impulsar el crecimiento, la creación de empleo y la construcción de infraestructuras.