De Banesto al Hispano, 108 años de relación con Galicia

Rubén Santamarta Vicente
RUBÉN SANTAMARTA REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Con 223 oficinas, el Santander es el tercer banco con más presencia en la comunidad

11 sep 2014 . Actualizado a las 11:56 h.

A Emilio Botín se le escapó en diciembre la presa con la que habría dado en Galicia el gran salto que nunca logró en el noroeste. Novagalicia (ahora Abanca) acabó en manos de Banesco después de una subasta a la que el Santander se presentó con muchas más ganas que a otras pujas precedentes del FROB. Quizá porque conocía bien el rendimiento que podía dar la mayor financiera de una comunidad netamente ahorradora y poco dada al riesgo.

Al cántabro -como le sucedía a sus colegas de otros bancos- le costaba entrar en territorios, como el gallego, donde había cajas fuertemente asentadas. Unas entidades, por cierto, a las que señaló en varias ocasiones como causantes de la crisis financiera, la que ha provocado la mayor transformación que se recuerda en el sistema bancario español y de la que apenas se ha aprovechado el Santander (no ha cerrado ninguna gran operación, como sí sus competidores).

Con Novagalicia, el Santander se habría convertido, de largo, en la mayor entidad de todo el norte. Aun así, sigue en el podio. Con 223 oficinas, 109 despachos colaboradores (autónomos que vender productos del banco) y 1.025 empleados, tiene la tercera red más extensa en la comunidad, con presencia en prácticamente todos los municipios de más de 4.000 habitantes (que son más de 120 concellos). Y eso que la absorción de Banesto se llevó por delante un buen número de sucursales y de trabajadores.

Su objetivo claro son familias y pymes, aunque es muy raro que alguna de las grandes empresas asentadas en la comunidad no tengan créditos u otras operaciones con la firma cántabra. Probablemente, porque no son unos recién llegados. Hay noticias suyas hace ya 108 años. Entonces, en el número 10 de la coruñesa calle Real se asentaba la primera sucursal de Banesto. Luego llegarían el Hispano Americano en la misma urbe y, obviamente, también el Santander. Y empezarían su expansión, empezando por Vigo, Santiago y Ourense. Ahora todas aquellas marcas están agrupadas bajo este último paraguas, con una reconocible sede territorial en la milla financiera de la ciudad herculina.