Emilio Botín fue el gran banquero, el hombre fuerte del país desde el inicio de la democracia. Por su despacho, o cerca de él, pasaron todos los presidentes del Gobierno. Lo que él decía también era muy escuchado en La Moncloa.
Emilio Botín fue uno de los impulsores de la reestructuracion financiera de España que acabó con las cajas de ahorros. El Santander no se hizo con ninguna de las entidades subastadas para ganar cuota de mercado, sin embargo tomó el control de la financierra de El Corte Inglés, empresa líder en el sector de gran consumo. De esta manera el banquero de los banqueros logró hacerse con una cuota en los mercados financieros.
Emilio Botín fue el artífice de la adquisición de Banesto, y también del Central Hispano. Negoció y logró hacerse fuerte en España y también en el extranjero, donde su banco tiene presencia en mercados tan competitivos con el británico.
Botín venía a Galicia con frecuencia, aunque en visitas de trabajo que no trascendían a la opinión publica. Su cabeza estaba llena de números, y de negocios. Conocía al dedillo la situacion de cada una de las divisiones del Santander, el banco cántabro.
Emilio Botín mandaba en su banco, que está hoy convulso. No extraña. El banquero de los banqueros entrega hoy el testigo de la sucesión a su hija Ana Patricia Botín, una mujer sobradamente preparada para tener un peso específico en el primer banco de España, el primero también de la eurozona y uno de los más importantes del mundo. Su primera gran batalla será negociar con los accionistas del banco su puesto y posición en la institución.