El factor determinante se debe a la demanda interna y singularmente al muy mal comportamiento del consumo de los hogares
02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.A finales de la pasada semana conocíamos el alcance de la actual recuperación económica con datos del segundo trimestre del año. Mientras que para el conjunto de España el PIB crecía a tasas interanuales un 1,2 % según el INE, en Galicia el crecimiento de dicha variable solo alcanzaba una tasa del 0,5 % según el IGE.
¿A qué se debe que Galicia registre una recuperación de menos de la mitad de intensidad que el conjunto de la economía española?
No se debe a la aportación de la demanda externa, que es más favorable en Galicia que en España (aquí suma cinco décimas, mientras que en España resta siete), el factor determinante del peor resultado de la recuperación en Galicia se debe a la demanda interna y singularmente al muy mal comportamiento del consumo de los hogares, respectivamente.
La atonía del consumo familiar es, por tanto, doce veces más intensa en Galicia. Ese es el factor clave que impide nuestra recuperación a un ritmo semejante al del conjunto de España. Con una tasa de paro inferior a la española (aunque ambas muy elevadas), los bajos niveles salariales y de pensiones explicarían nuestra prácticamente congelación del consumo familiar.
Cae el comercio
El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadística hacía públicos sus datos de evolución del comercio minorista durante el pasado mes de julio. El índice recoge las actividades de estaciones de servicio, alimentación, equipamientos del hogar, etcétera. E incluye desde pequeños establecimientos a grandes superficies. Saltaba entonces la noticia de que Galicia se situaba como la comunidad autónoma española con un peor comportamiento comercial.
Las ventas deflactadas del comercio minorista caían entre nosotros unas doce veces más que en el conjunto de España.
Este dato confirma que en Galicia es el consumo de los hogares el factor que más frena en la actualidad nuestra recuperación.
Albino Prada es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo.