La mitad de las granjas gallegas ya pierden dinero vendiendo leche

Xoán Ramón Alvite Alvite
xoán ramón alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El precio cae de nuevo y acumula un recorte del 15 % desde principios de año

31 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pintan mal las cosas para los ganaderos gallegos productores de leche. Una nueva bajada en el precio de la materia prima -y ya van seis meses consecutivos de recortes- ha provocado que el 55 % de los productores hayan entrado en pérdidas al no cubrir siquiera los costes de producción con el dinero que perciben por su materia prima. Son, en números absolutos, casi 6.000 granjas que no alcanzan a cobrar por su producción los 34 céntimos en los que varias organizaciones de productores sitúan los costes medios de producción, gastos que el propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente eleva hasta los 36 céntimos. Y aún queda bastante para llegar ahí.

De hecho, el precio medio al que se liquidó la leche durante el mes de julio (los datos oficiales no se conocerán hasta mediados de la próxima semana) se situó, por primera vez en los últimos doce meses, por debajo de los 33,5 céntimos por litro, según reconocen desde una de las principales empresas lácteas que operan en Galicia.

«As industrias con maiores recollidas movémonos entre 34 e 36 céntimos, pero tamén hai moitos primeiros compradores que liquidaron boa parte da súa recollida a pouco más de 30 céntimos», apuntan desde el departamento de compras de esta industria que justifica estos descensos en el exceso de leche en el mercado. «Co aumento que rexistrou a producción e a caída do consumo nestes meses, todos temos entre un 30 e un 40% máis de stock que hai un ano», añaden.

Desde el sector productor, por su parte, se señala que actualmente no existen razones objetivas que justifiquen estos descensos tan acusados en el precio de la materia prima, al tiempo que acusan a las industrias lácteas y a las empresas de distribución alimentaria de utilizar la leche como reclamo, y de aumentar sus márgenes de beneficio «a costa de llevar a la ruina a muchas granjas».

Sin contrato

Los ganaderos también se quejan de la escasa utilidad que ha tenido hasta el momento el paquete lácteo y, principalmente, los contratos homologados de compra-venta de leche. Organizaciones como Fruga (Federación Rural Gallega) o la OPL (Organización de Productores Lácteos) critican la pasividad de las administraciones ante la grave situación que afecta a los productores y piden actuaciones inmediatas para evitar lo que consideran un momento crítico para el lácteo gallego.

Si finalmente se confirma esta nueva bajada, el precio de la materia prima en origen habría caído un 15 % desde enero situándose como el más bajo de los últimos doce meses. Circunstancia que reafirmaría a Galicia como la comunidad en la que menos se paga por la leche de todo el Estado español. Según los últimos datos publicados por el ministerio, un ganadero gallego cobra casi cuatro céntimos menos por cada litro que entrega a la industria que uno andaluz, y entre dos y tres céntimos menos que un asturiano, un vasco o un manchego.

Y en medio de este problema, asoma otro. Según el último informe de monitorización el sector lácteo publicado por el ministerio, dos de cada tres granjas gallegas tendrán que hacer frente a la temida supertasa, una multa que sanciona a los productores con 28,73 céntimos por cada kilo que supere la cuota asignada.

Mil vacas más al mes

Pese a ello, las granjas gallegas no han dejando de crecer y durante lo que va de año han incorporado a la producción 7.874 nuevas vacas o, lo que es lo mismo, casi mil mensuales por lo que, a día de hoy, hay censadas en las 9.980 ganaderías que continúan en activo algo más de 349.000 animales.

Bien es cierto que los precios a la baja que se han venido registrando durante las últimas mensualidades han provocado una moderada reducción de las entregas de leche por parte de las ganaderías. Establos que optan por modificar los sistemas de manejo del ganado y por reducir las cantidades de pienso que dan a las vacas con el fin de ajustar lo máximo posible su producción al cupo del que disponen.