La oposición argentina adelanta que no apoyará la ley de pago local de deuda externa

EFE

ECONOMÍA

El Gobierno de Cristina Fernández pide «unidad nacional» frente a los «buitres de afuera y de adentro»

21 ago 2014 . Actualizado a las 22:30 h.

El Gobierno argentino pidió este jueves «unidad» para enfrentar el conflicto de la deuda mientras el grueso de la oposición rechaza el pago local de la deuda reestructurada, los sindicatos amenazan con un paro general y el peso se deprecia frente al dólar.

«Argentina necesita la unidad nacional» frente a los «buitres de afuera y buitres de adentro», destacó este jueves el jefe de Gabinete del Ejecutivo, Jorge Capitanich, durante su rueda de prensa diaria.

El jefe de ministros criticó a los políticos de la oposición y a los dirigentes sindicales que, según él, «actúan en consonancia con los fondos buitre», en un momento en el que Argentina lucha para garantizar su «soberanía» debido al conflicto de la deuda.

Capitanich hizo su llamamiento poco antes de que el magistrado Thomas Griesa convocase una reunión de urgencia en Nueva York, la primera después de que el Gobierno de Cristina Fernández anunciara su plan para pagar en Argentina los bonos reestructurados.

El funcionario rechazó la postura de los partidos opositores, que han anticipado que votarán en contra del proyecto de Ley de Pago Soberano Local de la Deuda Externa en el Congreso, de mayoría oficialista.

Para Sergio Massa, líder del Frente Renovador y exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, el conflicto «tiene solución» pero el Gobierno planteó «un camino peligroso y equivocado».

Massa, uno de los favoritos en la carrera presidencial según las encuestas, consideró que hay que «establecer diálogo» para encontrar una salida consensuada a un problema que, a su juicio, es resultado de tres «pecados capitales»: «avaricia de los fondos buitre, soberbia de quienes subestimaron el problema e ira del juez».

Elisá Carrió, de Coalición Cívica, opinó que el problema es «político y no solo económico» y adelantó su decisión de abstenerse o votar en contra del proyecto gubernamental durante el debate parlamentario. Tampoco apoya la iniciativa la conservadora Propuesta Republicana (Pro), liderada por el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien anunció que su formación no va «a aplaudir un cese de pagos (default)».

En este contexto, los dirigentes sindicales opositores de la poderosa Confederación General del Trabajo amenazan con un paro general el 28 de agosto en reclamo de rebajas en el impuesto sobre las ganancias.

Mientras aumenta la tormenta política, se acentúa la depreciación del peso argentino frente al dólar, que este jueves se situó en 8,35 pesos por dólar en el mercado oficial y llegó hasta los 13,85 en las llamadas «cuevas» del mercado negro de Buenos Aires.

Los analistas, que no han ocultado su escepticismo sobre los resultados de la iniciativa del Ejecutivo de Cristina Fernández, esperan la conclusión de la reunión que mantendrán en las próximas horas representantes del Estado argentino con el juez neoyorquino Thomas Griesa.

Griesa, que falló a favor de fondos especulativos que reclaman el pago íntegro de su deuda y mantiene bloqueados los fondos depositados por Argentina en el Bank of New York-Mellon (BoNY) para pagar a los bonistas de deuda reestructurada, amenazó en su última reunión al Gobierno de Fernández con declararle en desacato.

La nueva propuesta del Ejecutivo argentino abre la posibilidad para que los acreedores que aceptaron, con importantes quitas, los canjes del 2005 y del 2010 cobren lo que les corresponde a través del Banco de la Nación Argentina o presenten un agente fiduciario alternativo.