La empresa Berkshire, a 200.000 dólares el título
16 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.200.000 dólares. O 150.000 euros al cambio. Ese es el precio que superó esta semana cada una de las acciones de la empresa del multimillonario estadounidense Warren Buffett. Con ese dinero se podría comprar un piso de cuatro habitaciones en la ciudad en la que está la sede de la compañía, Omaha.
Al cierre de la bolsa de Wall Street el pasado jueves, cada título de Berkshire Hathaway, la empresa fundada y dirigida por Warren Buffet, valía 202.850 dólares. El precio más alto alcanzado nunca por una acción. Detrás de ese precio prohibitivo está la filosofía inversora del Oráculo de Omaha, que es como se le conoce a Warren Buffett en Estados Unidos.
Y es que este inversor, a pesar de que se ha hecho multimillonario y ha hecho multimillonarios a decenas de inversores gracias a su genialidad financiera, no cree en la especulación. El sabio de Omaha es un inversor conservador que apuesta por el largo plazo. Valga como ejemplo su propia sociedad. Cuando su compañía debutó en bolsa en 1980, cada una de las acciones tenía un valor de 290 dólares. El 26 de agosto de 1986 el precio de cada título había subido hasta los 1.000 dólares. En octubre de 1992 llegaron a los 10.000 dólares, y catorce años más tarde, en octubre del 2006, superaron una barrera que se había creído inalcanzable: 100.000 dólares por una sola acción.
Siguieron subiendo hasta rozar los 150.000 dólares, pero llegó la recesión del 2008 y las acciones perdieron en pocos meses el 50 % de su valor. Un severo golpe. En marzo del 2009 se habían desplomado hasta los 72.400 dólares. Superada la crisis, comenzaron otra vez su remontada (cerraron el 2013 a 173.000 dólares) hasta que el jueves superaron esos 200.000 dólares por título. Un precio que eleva el valor de la empresa de la que Buffett tiene un 20?% hasta los 330.000 millones de dólares. Es la empresa con mayor valor de Wall Street.
Las acciones de Berkshire Hathaway que valen esa enorme cantidad de dinero son las llamadas de clase A, las de lujo, aquellas que dan a sus poseedores derecho de voto en la junta de accionistas. Esos accionistas actúan como auténticos propietarios de la compañía, que es justo lo que quiere Buffett, ahuyentar a los especuladores a corto plazo y quedarse con los inversores a largo plazo, que no juegan con el valor.
La empresa cuenta con otro tipo de títulos, los de tipo B, que Warren Buffett puso a la venta en 1996 y cuyo valor actual es 133 dólares por acción y que están destinados a pequeños inversores.
Para hacerse una idea precisa de lo que supone el precio alcanzado por las acciones de clase A solo hay que advertir que los títulos más caros de Wall Street por detrás de los de Berkshire Hathaway son los de una empresa llamada Seaboard que se dedica a la agroindustria y cuyo precio por acción es 2.900 dólares, 197.000 dólares menos que las del sabio de Omaha.