¿Europa enferma?

Venancio Salcines
Venancio Salcines ANÁLISIS

ECONOMÍA

15 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Europa está enferma y no es una epidemia. Si así fuera, todos tendrían el mismo cuadro clínico, y nada más alejado de la realidad. Que Francia tenga problemas de crecimiento a nadie puede sorprenderle. Es ahora, con el gobierno de Manuel Valls, cuando encara, por primera vez, sus problemas estructurales. Italia, tan cargada de inestabilidad política, debe terminar su agenda reformista, pero los ritmos de su ajuste se interpretan, internamente, como una cuestión se soberanía nacional. Y si algo quiere dejar claro Matteo Renzi es que en su país solo hay un gobierno y este lo dirige él. Lo cual parece perfecto, pero si algún día se pasa por España seguro que escuchará aquello de «dime de qué presumes y te diré de qué padeces».

Indudablemente, la novedad es Alemania. Pocos esperaban esta caída. ¿O no? Merkel fue complaciente con Mario Draghi cuando este dio un giro copernicano a la política monetaria del BCE y señaló a la deflación como el principal problema económico de Europa. Hizo algo de paripé, que decimos en esta tierras, y se calló. Los silencios hablan.

En este drama que nos ha tocado vivir, todos hemos aprendido algo y mi lección es que en Europa no existe la solidaridad. Todo es a cambio de algo. Alemania no puede caminar teniendo tocado su sector exportador, y este si a alguien le vende, pese lo que le pese, es a la Eurozona. Si los grandes de Europa están tocados, los germanos también lo están. Buscan a toda costa un euro depreciado para centrar sus ventas en Asia y América Latina y no  depender de nosotros, pero no lo consiguen. Siempre surge un nubarrón que les rompe sus planes y les recuerda que su futuro residen en el sur. En este caso ha habido dos. El primero fue la construcción, que creció menos de lo esperado. ¿Pinchazo? No. El invierno en Europa central ha sido suave, permitiendo que obra que debía iniciarse en los meses cálidos arrancase en la primavera. Una anécdota estadística. El otro problema tiene más calado y es Rusia. Y visto como ha afectado a la economía germana, es fácil predecir cuál va a ser en septiembre la primera tarea de la diplomacia germana.  

¿Y España? Ya ve, liderando el crecimiento económico. Ver para creer. Es cierto que la deuda ha superado el billón de euros pero es igualmente cierto que lo relevante no es la cantidad adeudada sino el ritmo de crecimiento y este, visto el grado de cumplimiento del ajuste del déficit público, está controlado. ¿Preocupado? Bastante, pero no más que hace unas semanas. Nada nuevo bajo el sol.

Venancio Salcines es presidente de la Escuela de Finanzas.