El presidente del sector en Galicia reconoce que «los furtivos ofrecen marisco a diario»

La Voz

ECONOMÍA

05 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Que los furtivos intentan vender el marisco que roban en las playas resulta evidente. Sobre todo en la localidad boirense de Cabo de Cruz, en donde esta práctica ilegal ocurre a diario y los kilos de bivalvo que se esquilman son numerosos. Esta es la realidad, y así la reconoce el presidente de Asociación Gallega de Empresarios Depuradores de Moluscos (Agade), Ramón Blanco, que ayer, al ser consultado por la investigación de la Policía Autonómica en Barbanza, aseguró, con toda la normalidad del mundo, que «los furtivos ofrecen marisco a diario a los depuradores, pero hay que saber decir que no».

Blanco, que está instalado profesionalmente en el municipio pontevedrés de Poio, reiteró que la situación de Cabo, en lo referido al furtivismo, es la más grave de la costa gallega, y que los mariscadores ilegales de esta parte de Barbanza se desplazan por las Rías Baixas para vender el marisco en las depuradoras que quieran comprarlo: «Incluso llegan a Portugal, aunque a Pontevedra también lo hacen. Así resulta más difícil hacer un seguimiento de la mercancía que extraen».

Por último, Blanco respaldó el trabajo de la Policía, asegurando que «hay que luchar contra estos furanchos que hay en el sector y que generan una competencia desleal que solo nos perjudica gravemente».