Bruselas fiscalizará hasta el 2016 la reestructuración pendiente en Abanca

redacción / la voz

ECONOMÍA

Hasta esa fecha, un agente externo se encargará de vigilar que el banco sigue todas las prerrogativas expuestas en el plan de negocio aprobado por las autoridades comunitarias

01 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Abanca, la antigua Novagalicia, no se librará de la vigilancia de la Comisión Europea hasta el 31 de diciembre del 2016, según consta en la documentación publicada esta semana por Bruselas con la nueva hoja de ruta para la primera entidad financiera de Galicia. Hasta esa fecha, un agente externo -Monitoring Trustee, denominado en inglés- se encargará de vigilar que el banco sigue todas las prerrogativas expuestas en el plan de negocio aprobado por las autoridades comunitarias, y remitirá un informe semestral explicando los avances y cumplimientos. Abanca estará obligado a ofrecer a ese agente toda la información que solicite.

El plan de negocio aprobado por Bruselas, y cuyas principales líneas ya se habían expuesto a la plantilla hace mes y medio, contemplan seguir con el recorte de plantilla y de oficinas, aunque en niveles inferiores a los anunciados por Bruselas en el 2012. Así, la red final se quedará por debajo de las 650 sucursales tras la integración con el Banco Etcheverría, cuando el plan inicial se quedaba en 450. Esa integración entre los dos bancos propiedad de Banesco se producirá en octubre o noviembre.

El plan también contempla una venta gradual del brazo industrial del grupo. De hecho, obliga a una desinversión progresiva hasta el 2016 de sus participaciones en Itínere, Sacyr, CLH, Caser y Enerfin. Además, Bruselas exige que la entidad, llegado el caso, reduzca progresivamente créditos o garantías a sus empresas participadas, hasta llegar a clausurar todas las operaciones con esas empresas.

Con respecto al crédito, y como también se había anunciado a la plantilla a mediados de junio, la Comisión contempla que se pueda retomar el negocio constructor, aunque nunca puede llegar a suponer más del 20 % del crédito; este se debe centrar en familias (crédito al consumo e hipotecas) y pymes. Y, además, centrado en el noroeste de España (Galicia, Asturias y León), donde está el grueso de la clientela y oficinas. El documento también apunta que Abanca -o NCG, como sigue figurando en todos los documentos oficiales- no repartirá dividendos a sus accionistas este año, pese a registrar beneficios estimados en 150 millones antes de impuestos.