Compromiso incumplido
El miércoles se cumplía el plazo para que ese dinero llegase a sus destinatarios. Y no lo hizo. Por eso, dice S&P que esto es una suspensión de pagos selectiva. Las autoridades argentinas se llevan las manos a la cabeza. Y dicen que nones. Que de suspensión de pagos, nada. Que eso es «una patraña absoluta», en palabras del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Alegan que se le ha pagado a Repsol por los bonos que recibió en compensación por la expropiación de YPF y también a los acreedores del llamado Club de París (una organización de países acreedores a los que el lunes se les abonaron 642 millones de dólares). No mienten. Pero, lo cierto es que no están cumpliendo con todo el mundo. Obligados por el juez, sí. Pero, no están cumpliendo. Y eso se llama suspender pagos.
Pero, ¿por qué no le paga Argentina a los fondos que llama buitres de una vez y se quita el problema de encima? Porque firmó una cláusula con los que aceptaron la quita que la obliga, hasta diciembre de este año, a dispensarles a todos el mismo trato. Si ahora les paga a los buitres el 100 % de la deuda, los bonistas de buena fe, como los llama la presidenta, podrían enfadarse y acudir también a los tribunales. Y no hay dinero para todos. Hoy, Griesa, al que le llueven los descalificativos desde el Ejecutivo de Cristina Fernández, ha convocado otra vez a las partes para que intenten llegar a un acuerdo. Las dos han aceptado sentarse de nuevo a la mesa. Veremos qué pasa.