¿Qué va a pasar en Argentina después de la suspensión de pagos?

La Voz LA VOZ | AGENCIAS

ECONOMÍA

Las agencias de calificación han declarado al país en suspensión de pagos selectiva, lo que puede provocar que nadie quiera financiar al Estado

31 jul 2014 . Actualizado a las 23:06 h.
La peor pesadilla de Argentina se ha vuelto a hacer realidad. Después de que las negociaciones entre el Gobierno de Cristina Fernández y los fondos buitre no llegaran a buen puerto, el país se ha encontrado con una situación insostenible que rescata algunos de los peores fantasmas del pasado. La suspensión de pagos (default) selectiva o parcial declarada por los expertos de las agencias de calificación en el país ha provocado una preocupante situación de incertidumbre. ¿Por qué Argentina ha entrado en suspensión de pagos?La quiebra o cese de pagos se produce cuando un país no puede hacer frente al pago de su deuda. Es decir, los acreedores del gobierno (aquellos que han invertido su capital en el estado), no pueden recibir lo invertido (y los intereses) porque el país no dispone del dinero suficiente para afrontar los compromisos.Mientras que unos ya hablan de deudas impagadas, el Gobierno argentino niega haber entrado en suspensión de pagos. El Ejecutivo de Kirchner se sigue reafirmando en que ha hecho sus deberes y que el vencimiento de plazo del miércoles (cuyo pago estaba valorado en 539 millones de dólares) de bonos canjeados en el 2005 y en el 2010 fue depositado en el Bank of New York Mellon (BoNY) y bloqueado por el juez federal Thomas Griesa, que finalmente se ha convertido en el malo malísimo de esta película. En resumen, ellos se lavan las manos y defienden que han pagado, pero el dinero no ha llegado a sus dueños por culpa de terceros.¿Qué es el impago selectivo?La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) sí que tiene una palabra para calificar todo este lío: impago selectivo; es decir, tras la falta de acuerdo con los fondos buitre (NML Capital y Aurelius) -quienes a pesar de las negociaciones no han querido aceptar las quitas de sus bonos, y actualmente disponen de una deuda que asciende a los 1.330 millones de dólares- la suspensión de pagos solo afectará a los 539 millones de dólares que permanecen retenidos en el Bank of New York Mellon (BoNY) por sentencia del juez Thomas Griesa y que por tanto no han podido llegar a manos de aquellos acreedores a los que vencía la deuda este mes.La quiebra «selectiva» se denomina así porque en principio no afecta a otros bonistas, aunque sí es cierto que puede suponer el paso previo a la suspensión de pagos definitiva. Si Argentina no llega a un acuerdo, es posible que sus pagos sigan permaneciendo congelados, agravando una situación ya de por sí preocuante.¿Qué consecuencias tiene la suspensión de pagos?Lo cierto es que este extraño contexto es inédito y no cuenta con ningún precedente en la historia económica mundial. La suspensión de pagos ha sido declarada por una agencia de calificación financiera y al mismo tiempo es negado hasta la saciedad por Argentina. Kicillof centra ahora sus esfuerzos en descartar cualquier parecido con la quiebra de hace trece años, cuando el gobierno anunció un cese de pagos de 100.000 millones de dólares, equivalentes a 166 % de su PIB. Si se vuelve a llegar a esta situación, las consecuencias podrían ser verdaderamente preocupantes para el país. Según los analistas, una de la primeras secuelas sería alejar de forma duradera al país del acceso a los mercados internacionales de capitales, de los que está excluida desde el 2001 y cuyo regreso había supuesto verdaderos esfuerzos para los gobiernos del país.Un ejemplo claro es el que ha utilizado la asesora financiera María Muñoz y que ha publicado en su cuenta de Twitter. Tras el vencimiento del plazo, los seguros contra el impago de la deuda argentinos -Credit Default Swaps (CDS)- a cinco años se han disparado en 1.957 puntos básicos: «Se necesitan 1,957 millones de dólares al año para asegurar 10 millones de dólares de deuda argentina a 5 años», explica.Para el banco francés, Natixis, si Argentina lograra un acuerdo con algunos de sus acreedores más decididos, «el impacto sobre la economía argentina será relativamente limitado». «Pero el coste de una suspensión de pagos prologanda será verdaderamente preocupante», añade en una nota. «Aunque los datos económicos fundamentales sean mejores que en el 2001, el país sufriría un aumento del coste de sus préstamos, los bancos reducirán probablemente sus líneas de crédito a Argentina. Una suspensión de pagos la aislaría de los mercados financieros a pesar de los recientes esfuerzos del gobierno».La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, había minimizado el martes el impacto: «Argentina ha estado fuera de los mercados financieros por mucho tiempo y aunque el impago siempre es lamentable no creemos que tenga mayores consecuencias sustantivas fuera» del país.¿Podían haberlo evitado?El ministro Axel Kicillof se trasladó el miércoles a Nueva York para intentar evitar esta situación. Seis horas de ardua negociación con los fondos buitres no fueron suficiente para conseguir desbloquear el pago. Cuando un país no puede hacer frente a sus pagos, se suele renegociar la deuda y se acuerdan quitas y refinanciamientos. Kicillof intentó acordar precisamente eso con los fondos especulativos, ofreciéndoles las mismas condiciones que presentaron a los bonistas del 2005 y el 2010. El ministro de Economía argentino insiste en que su país no se considera en un cese de pagos: «Ese dinero está ahí, evidentemente si fuera un impago no estaría ahí», dijo, culpando a Griesa por una situación «inédita» y «sin precedentes». «Nos trataban de imponer algo que era ilegal, la intención era forzar una situación ilegal. Vamos a buscar una solución justa, equitativa y legal para el 100 % de nuestros acreedores», afirmó el ministro, anunciando su regreso a Buenos Aires. «Vamos a pagarle a los que tienen bonos en impago, pero bajo condiciones razonables, no bajo condiciones extorsivas», señaló, agregando que Argentina defenderá los «exitosos» canjes de su deuda soberana, aceptados por el 92,4 % de los propietarios de los títulos con quitas de hasta un 70 % de las acreencias.Distinta visión del caso tienen los famosos fondos buitre. «Durante este proceso, el mediador propuso muchas soluciones creativas, muchas de las cuales eran aceptables para nosotros. Argentina rechazó considerar seriamente cualquiera de ellas, y en vez de ello eligió la suspensión de pagos», señalaba NML en un comunicado divulgado este jueves.¿Por qué Argentina no quiere pagar a los fondos buitres? Argentina no puede pagar a los fondos especulativos el 100 % de sus títulos sin activar la cláusula «RUFO». Esta cláusula se impuso como garantía para aquellos que aceptaron el canje, ya que establecía que si, hasta diciembre del 2014, concedían mejores condiciones a otros bonistas (en este caso a los fondos buitre) aquellos que tenían deuda reestructurada recibirían las mismas. El resultado en este caso, sí que podría ser catastrófico, ya que el 92,4 % de los propietarios de bonos que aceptaron fuertes quitas sobre sus títulos, tendrían el camino libre para exigir el pago íntegro de aquello que les corresponde, disparando la deuda del país sudamericano hasta cifras astronómicas.Siguen las negociacionesA pesar de que el vencimiento del plazo ya se ha hecho efectivo, Argentina continúa con las negociaciones para evitar que futuros pagos se vuelvan a bloquear y para buscar una solución a la situación futura.Durante las últimas horas del miércoles circuló una versión de la participación de bancos privados argentinos para comprar los bonos en poder de los litigantes y recibir luego títulos nuevos en dólares del gobierno, sin intervención estatal y evitando la aplicación de la cláusula RUFO, según la prensa de Buenos Aires.Los bancos habrían ofrecido también aportar una garantía de 250 millones de dólares como otra forma de destrabar las negociaciones. «Los banqueros argentinos tienen en sus activos bonos del canje y otros bonos cuyo valor podría estar amenazado por una situación como ésta. Así que hay muchos terceros que podrían tener interés en remediar esta situación», afirmó Kicillof de manera misteriosa.