Economía sabía que Bankia podría tener que pasar a manos del Estado desde principios del 2012

j. a. b. madrid / colpisa

ECONOMÍA

24 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En el Ministerio de Economía eran conscientes desde principios del 2012 de que el sistema financiero padecía problemas importantes y de que, en particular, la situación de Bankia era «seriamente preocupante», hasta el punto incluso de valorar la posibilidad de que tuviera que terminar siendo nacionalizada ese mismo año. Así lo admitió ayer el número tres del departamento y subsecretario de Economía, Miguel Temboury, quien declaró como testigo en la Audiencia Nacional.

Su testimonio llamó la atención de los abogados de las distintas acusaciones personadas en el caso Bankia, quienes le preguntaron que si el riesgo era tan alto porque no se tomaron medidas antes. Temboury les respondió que sí se adoptaron, aunque de forma genérica para todo el sector con el decreto aprobado en febrero de medidas para capitalizar y sanear la banca. El subsecretario, que evitó entrar en muchos detalles, señaló que el ministerio y el Banco de España trabajaban juntos para que el equipo de Rodrigo Rato presentara un plan ambicioso de saneamiento para Bankia que, frente al beneficio inicial de 309 millones declarado para 2011, tuvo que admitir después unas pérdidas casi 10 veces mayores, de 2.979 millones. Fue en esa época, el 25 de abril, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe donde, en advertencia velada al banco creado por Caja Madrid y otra media docena de cajas de ahorros, aconsejaba tomar medidas «rápidas y decisivas» para fortalecer su balance

Para Temboury, quien dijo que el FMI habría sacado su información de inversores institucionales, dicha noticia fue «preocupante» en la medida que venía a confirmar por otras vías sus temores. Sin embargo, para el presidente del FROB, Antonio Carrascosa, el dictamen del Fondo pudo pecar incluso de ser «relativamente conservador».