El escándalo de la carne podrida afecta también al Starbucks

EFE

ECONOMÍA

Además, Burger King ha anunciado que retirará los productos elaborados con carne del proveedor acusado de falsificar las fechas de caducidad

22 jul 2014 . Actualizado a las 12:18 h.

La cadena estadounidense Starbucks se suma al escándalo de la carne podrida con la retirada de sus bocatas de pollo con salsa de manzana de tiendas de China. A través de un comunicado oficial, la compañía anunció que había identificado en este producto carne de un proveedor de la firma Husi de Shanghái y que ha comenzado a retirarlo.

El escándalo de la firma Husi, cerrada por las autoridades por vender carne podrida a las cadenas de comida rápida después de falsificar sistemáticamente su fecha de caducidad, se está expandiendo por toda China, según ha desvelado la cadena china Dragon TV. Las instalaciones de Husi fueron cerradas este lunes para poder llevar a cabo una investigación en profundidad, según confirmó un funcionario de la Administración Municipal de Alimentación y Medicamentos del Gobierno de la municipalidad.

Además de Starbucks, Burger King también ha anunciado que retirará productos que contengan carne de Husi y que ha puesto en marcha una investigación. También Dicos ha hecho declaraciones similares en el foro más popular de China, Weibo -el Twitter chino-, e Ikea ha confirmado que dejó de trabajar con Husi el pasado septiembre.

Tanto McDonalds como Yum! Brands, que controla KFC y Pizza Hut, se disculparon este lunes con un comunicado, en el caso de Yum! con el aviso de que algunos productos podrían dejar de estar disponibles durante cierto tiempo en el país debido a la suspensión de compras a Husi. Husi es la filial china del Grupo OSI, un conglomerado de procesamiento alimentario con sede en Aurora (Illinois, EE.UU.). También desde aquí se han querido dar explicaciones. La forma pidió perdon oficialmente por «los problemas causados o por si algún consumidor se ha visto afectado».

La inseguridad alimentaria es uno de los graves problemas que afecta a China, donde las irregularidades de este tipo se acumulan mientras crece la preocupación popular. Esta no es la primera vez que cadenas extranjeras de comida rápida se ven envueltas en este tipo de casos. En el 2012, los frecuentes escándalos de este tipo también salpicaron a KFC, que estuvo comprando en Shanghái carne de pollo con excesivos niveles de antibióticos, pese a ser consciente de ello, durante dos años, según dictaminaron las autoridades locales.