Guindos fía sus opciones al Eurogrupo a que Dijsselbloem sea comisario

A. L. / Colpisa BRUSELAS

ECONOMÍA

13 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El retorno de España a la cúpula económica de la UE depende de un nombre: Jeroen Dijsselbloem. De si el ministro de Finanzas de Holanda decide finalmente renunciar a la presidencia del Eurogrupo para ser nombrado comisario en el futuro Ejecutivo comunitario liderado por Jean-Claude Juncker. Un cargo, el del Eurogrupo, cuyo mandato expira en junio del 2015 y por el que suspira España desde hace meses. Lo hace el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y sobre todo el ministro Luis de Guindos, persona que ocuparía el puesto. Preguntado el pasado martes en Bruselas sobre este asunto, volvió a echar balones fuera, aunque sí dejó algunas sugerencias, como la apuesta de España por la creación de una presidencia permanente de este órgano, algo que parece descartado a corto plazo.

El baile de cargos comunitarios se celebrará el próximo miércoles, en el transcurso de una cena informal entre los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho en la que se elegirán las presidencias del Consejo Europeo y el Alto Representante Exterior. Sin embargo, es factible que también se aborde el asunto del Eurogrupo y el reparto de las principales carteras de la nueva Comisión, sobre todo las de índole económico y a las que aspiran las grandes potencias. A saber: Asuntos Económicos, Competencia, Mercado Interior, Comercio e Industria. «Todo es posible», matizan fuentes diplomáticas. Puestos clave por los que quiere pujar España con Arias Cañete.

¿Qué debe pasar para que España tenga la presidencia del Eurogrupo? La mejor de las opciones pasa por la creación de una presidencia permanente. Ahora, su responsable debe compaginar el cargo con las responsabilidades nacionales en su respectivo Ministerio de Finanzas. La creación de esta presidencia permanente se diluye en las últimas semanas tras perder el apoyo de Alemania, que «no la ve necesaria en estos momentos». España, sin embargo, sigue apostando por ella y dará la batalla.

El transcurso de los acontecimientos en Bruselas ha llevado las opciones de España a un callejón sin salida; a la renuncia de Dijsselbloem para ser elegido como nuevo representante holandés en la Comisión. Una decisión que él mismo negó el lunes asegurando: «Ahora tengo dos trabajos y me gusta combinarlos». Sin embargo, su nombre está ahí y su designación como comisario de Asuntos Económicos es factible. Su candidatura para ser elegido como el nuevo Olli Rehn ganó muchos enteros después de que Jean-Claude Juncker, el futuro presidente de la Comisión, trasladase al grupo socialdemócrata de la Eurocámara que el próximo comisario de Asuntos Económicos de su Ejecutivo será socialista. Y Jeroen Dijsselbloem lo es.