La entidad cierra a su menor precio en dos años tras caer un 5,5 % en su regreso al parqué
11 jul 2014 . Actualizado a las 22:40 h.Las autoridades portuguesas han centrado todos sus esfuerzos este viernes en infundir calma sobre la situación del Banco Espirito Santo (BES), descartando un rescate público de la mayor entidad privada del país, que volvió a cotizar en la bolsa de Lisboa.
El primer ministro Pedro Passos Coelho descartó una intervención pública, aseverando que el banco «tiene fondos propios sólidos y dispone de un margen cómodo para afrontar cualquier eventualidad, incluso la más adversa».
Desde hace tres semanas, el BES, el mayor banco privado del país, acusa su exposición a los problemas financieros del conglomerado del que forma parte, y el suspense sobre el nombre de su próximo presidente.
La Comisión Europea también ha querido apaciguar las aguas y aseguraba este viernes que no ve motivos para «preocuparse indebidamente» por la situación del Banco Espírito Santo al tener «plena confianza» en el marco supervisor luso, reforzado bajo el programa de rescate, y en las medidas tomadas por las autoridades de Portugal para solucionarla.
Todo esfuerzo es poco, ya que a pesar del esfuerzo, las acciones del BES se han vuelto a llevar otro buen bofetón en la bolsa. Después de permanecer suspendidas desde la media sesión del jueves, la vuelta de las acciones al parqué lisboeta no ha sido tan lucida como debería. Una caída del 5,5 % ha provocado que su precio al cierre de sesión, 0,4810 euros, se haya situado por debajo de los 50 céntimos por primera vez desde principios de agosto del 2012. De este modo, las acciones del mayor banco luso por volumen de activos y el segundo por capitalización de mercado acumulan ya una caída desde mediados de mayo que ronda el 60 %.
La agencia de calificación crediticia Moody's tampoco se ha creído en demasía los mensajes de tranquilidad lanzados desde los asientos lusos y ha rebajado tres escalones la nota de solvencia asignada a la deuda a largo plazo de la entidad y dos peldaños a los depósitos.