El Parlamento griego aprueba la privatización parcial de la compañía eléctrica estatal

EFE

ECONOMÍA

Este fue uno de los requisitos acordados con la troika para poder obtener el próximo tramo de ayuda financiera

09 jul 2014 . Actualizado a las 22:11 h.

El Parlamento griego aprobó este miércoles por mayoría la polémica ley para la privatización parcial de la compañía pública de electricidad (DEI).

Al haber comenzado ya el receso estival, el parlamento cuenta actualmente solo con un tercio de los 300 diputados que tiene habitualmente, y la ley fue aprobada con los votos a favor de 51 diputados, mientras que 46 la rechazaron y uno se abstuvo.

La ley prevé la privatización de parte de las centrales eléctricas y de las minas de lignito, la principal fuente energética de este país.

Además contempla el traslado de una parte de los consumidores de DEI a empresas energéticas privadas, sin que los clientes tengan opción de elegir.

El proyecto gubernamental provocó la reacción de los sindicatos y de los partidos de oposición.

Alexis Tsipras, líder del principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, acusó al Gobierno de «saquear la propiedad pública a favor de una serie de empresas privadas».

«Obtuvisteis el mandato de gobernar un Estado soberano, que se habrá convertido en una colonia cuando os vayáis», dijo Tsipras en el debate que precedió a la votación, en alusión al amplio programa de privatización de empresas estatales emprendida por el Ejecutivo para satisfacer las exigencias de los acreedores internacionales.

El sindicato de los trabajadores de DEI (GENOP-DEI) convocó la semana pasada una huelga general del sector, lo que provocó cortes puntuales de electricidad y acabó en la movilización forzosa de los huelguistas.

Syriza anunció entonces su intención de convocar un referendo sobre la privatización de DEI e inició una campaña entre parlamentarios con el objetivo de recoger las 120 firmas necesarias para poder solicitar la convocatoria de un plebiscito (dos quintos de la Cámara de 300 diputados).

En el caso de obtener el quórum necesario para solicitar un referéndum, sería necesaria una segunda votación para sacarlo adelante, en la que se precisan 180 votos, o tres quintas partes del hemiciclo, algo que aparece improbable teniendo en cuenta que la coalición gubernamental tiene la mayoría absoluta.

A la iniciativa de Syriza se ha sumado, aunque con reservas, el partido de izquierda moderada Dimar y el de la derecha nacionalista Griegos Independientes.

Además, al menos 15 diputados independientes expresaron su voluntad de apoyar la petición de referendo.

El partido comunista (KKE), a pesar de estar contra la privatización de DEI, rechazó sumarse a la iniciativa, mientras el partido neonazi Amanecer Dorado presentó su propia moción de referendo.

El Gobierno rechazó convocar la sesión plenaria del Parlamento para debatir la solicitud de referendo antes de la votación, por lo que esta sesión no se celebrará hasta mañana.

Además, el Ejecutivo del conservador Andonis Samarás dejó claro que no aceptará que se sumen las firmas de los otros dos partidos de la izquierda -Dimar y KKE- a las de Syriza, pues aunque todos piden un plebiscito, no han presentado una propuesta única para la pregunta que se plantearía en el referéndum.

La privatización parcial de DEI fue uno de los seis requisitos acordados con la troika de acreedores para que Grecia pueda obtener el próximo tramo de 1.000 millones de euros del programa de ayuda financiera.

En Grecia hay desde años una fuerte oposición social a la liberalización de la energía, que está prevista por los Tratados de la Unión Europea.