Abanca tendrá que cerrar solo la mitad de las oficinas que exigía la UE

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La nueva imagen del banco se cambió en apenas 24 horas en 630 oficinas y edificios, empleando 8.500 metros en rótulos.
La nueva imagen del banco se cambió en apenas 24 horas en 630 oficinas y edificios, empleando 8.500 metros en rótulos. maRCOS MÍGUEZ< / span>

La entidad planea crecer a medio plazo por Cantabria, País Vasco y Navarra

28 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El nacimiento de Abanca, la entrada oficial de Banesco en esta entidad, y la metamorfosis del mayor banco de Galicia no impedirá que este tenga que seguir hasta el 2016 -incluido- un proceso de ajuste y reducción de tamaño que la nueva dirección tratará de acelerar. Tiene a su favor que, después de largas conversaciones con Bruselas, el plan inicial de recorte de red ha quedado bastante amortiguado. Según los datos que ya trasladaron los altos directivos Juan Carlos Escotet y Francisco Botas a la plantilla, la red final tras la fusión en octubre con el Banco Etcheverría (también de Banesco) tiene que quedar en 640 sucursales a tiempo completo. Teniendo en cuenta que el Etcheverría cuenta con una red de 110 sucursales y que Abanca dispone de 581 en toda España -547 en Galicia-, la red completa se queda en 691 sucursales. Es decir, habrá que clausurar aún medio centenar.

¿Es mucho? No, si se compara con el tajo que imponía Bruselas inicialmente. Solo permitía que Abanca -antes Novagalicia- conservara 450 oficinas en Galicia, una en Madrid, otra en Barcelona y una última en Bilbao, además de la sede de Ginebra. Es decir, teniendo en cuenta esos números aún quedaría un centenar largo de sucursales que abandonar. Ahora, en cambio, será la mitad.

Además, se elimina la distinción entre la red core (la del noroeste) y la red legacy (el resto); esta última era la que había que liquidar. El equipo de Banesco logró convencer a Bruselas de que una parte de esa red exterior es eficiente y está en beneficios, por lo que convenía mantenerla.

El ERE en marcha

El banco, como también avanzó a los empleados, no acometerá nuevos ajustes de personal. Pero el actual ERE en vigor aún tiene que completarse. Y faltan unos 300 empleados -de los 4.400 actuales- por marchar. Lo harán de voluntaria, como ha sucedido hasta ahora. Este julio se esperan nuevas salidas.

El corsé que impone Bruselas al banco por haber recibido más de 5.400 millones del rescate bancario -a los que hay que sumar otros 3.600 en ayudas previas- acabará en diciembre del 2016. A partir de ahí, la entidad tendrá las manos libres para, por ejemplo, sacar parte del capital a bolsa, o abrir nuevas oficinas. En el plan que tiene la dirección hay tres territorios clave: Cantabria, País Vasco y Navarra. «Queremos ser la gran entidad financiera de todo el norte», insistieron durante la presentación en Santiago los principales directivos.

El nuevo nombre de Abanca está ya en la práctica totalidad de las sucursales de la antigua Novagalicia tras 800 horas de trabajo para el diseño y fabricación de los logos, y 108 horas de instalación, desde la tarde del jueves hasta las primeras horas del viernes en Galicia, resto España y las oficinas de representación que tiene el banco en Portugal (4 sucursales), Suiza (dos), Londres, París y, claro, Venezuela. La cuna del dueño, Banesco.