Los astilleros vuelven al mercado y amarran 17 pedidos por valor de 724 millones

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El sector confirma el funcionamiento del nuevo «tax lease» para competir en precio

26 jun 2014 . Actualizado a las 09:27 h.

La construcción naval también está saliendo de la crisis. Los propios astilleros la dan por superada, porque la cartera de pedidos ya firmados y los contratos que están en vía avanzada de negociación confirman un fuerte repunte de la actividad después de un bienio (2012-2013) crítico.

La junta de accionistas de Pymar, la agrupación de pequeños y medianos astilleros privados españoles, que se celebró ayer en Madrid, certificó el cambio de ciclo con datos. En lo que va de año, los constructores españoles han firmado 9 contratos de grandes buques, cuyo coste supera los 200 millones de euros. La buena nueva es que en estos momentos hay al menos otros 8 proyectos en la fase final de licitación que suman una facturación de 524 millones de euros.

Pero la gran noticia para el naval español es que los 17 contratos habrán sido posibles gracias a la aplicación del nuevo tax lease, el sistema de bonificaciones fiscales que abarata la compra al armador y permite a los astilleros españoles competir con los del resto de Europa, que también utilizan incentivos a la contratación.

Las previsiones de Pymar disipan las dudas sobre la eficacia de la nueva herramienta fiscal que, al cierre del 2014 habrá reportado a los astilleros españoles una facturación de al menos 724 millones de euros. Esta cantidad es seis veces superior a los 126 millones de euros que los beneficiarios del anterior tax lease (armadores, bancos, sociedades de interés económico) tendrán que devolver a Hacienda, por las desgravaciones obtenidas entre los años 2007 y 2011. Bruselas lo declaró ilegal en el 2011 por vulnerar la libre competencia

Crisis superada

El importe de la devolución es un asunto todavía pendiente, ya que la Dirección general para la Competencia de la UE considera que debe ser más elevado. El Gobierno ha optado por aguardar al relevo del comisario de este departamento, el español Joaquín Almunia, para tratar de convencer a su sucesor de que es la cantidad justa.

Los astilleros aseguran que son los primeros en querer poner fin a este conflicto que ha hecho tambalear los cimientos de la construcción naval en España durante los dos años en los que el sector se quedó fuera del mercado, castigado por Bruselas.

Es agua pasada. «Los inversores y armadores están demostrando confianza en el nuevo régimen que cuenta con toda la seguridad jurídica», declaraba ayer Pymar tras la junta.

La agrupación de astilleros no quiso desvelar cuántos de los nuevos contratos se firmarán en Galicia. Fuentes del sector apuntan a al menos cuatro unidades, dos para Metalships y dos para Hijos de J. Barreras.

Por ahora, los constructores gallegos no han conseguido cerrar ningún pedido con el nuevo tax lease. Los nueve buques firmados han sido contratados por astilleros asturianos y vascos.

De momento, la cartera de pedidos del naval gallego se está nutriendo, fundamentalmente, de la contratación de barcos pesqueros (Barreras, Freire, Armón, Cardama). A estos hay que sumar los dos buques hotel contratados por Pemex en su propio astillero, Barreras, y en Navantia.

La rama de construcción pesquera, sumada a los buques contratados con tax lease elevarán la facturación del naval gallego al cierre del 2014 hasta los 1.700 millones de euros, una cantidad todavía muy por debajo de los 3.500 millones que alcanzaba en el 2009.