La «Ley Beckham» ya no beneficiará a los deportistas extranjeros

La Voz

ECONOMÍA

Cotizará el 24% por los primeros 600.000 euros de su sueldo, pero el resto de ingresos tributarán el 47% de sus ingresos

23 jun 2014 . Actualizado a las 20:51 h.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha explicado esta mañana en rueda de prensa los detalles fiscales que caracterizan las rebajas del IRPF anunciada por el Gobierno.

Una de las medidas que tomará el Gobierno será la de excluir a los deportistas profesionales de la popularmente conocida como «Ley Beckham», algo que afectará sobre todo a los grandes clubes de fútbol y baloncesto de nuestro país, ya que los deportistas impatriados cotizarán un 24% por los primeros 600,000 euros de retribución, mientras que el resto de los ingresos que excedan esa cifra tributarán al tipo marginal máximo del IRPF, que será del 47% a partir del año 2015.

Esta medida no tiene efecto retroactivo, así que todos los jugadores extranjeros que tienen contrato en vigor no se verán afectados durante al menos cuatro años, por lo que únicamente se aplicará la norma sobre los nuevos fichajes.

El objetivo de esta modificación del régimen fiscal para impatriados, busca según el Gobierno, atraer a España personas con talento, personal altamente cualificado de ámbitos como la ciencia o la economía para trabajar en las empresas españolas. Estas personas talentosas en diversos ámbitos y con un sueldo elevado, mantendrían su tributación al 24%, y la exclusión de los deportistas profesionales se debe, según el Ministerio de Hacienda, a que su profesión no se ajusta a los objetivos que persigue dicha modificación fiscal.

El nombre que le dio la fama

El verdadero nombre de esta ley es la de Real Decreto 687/2005, y fue aprobada en el año 2004 bajo el gobierno del ex-presidente Aznar con el mismo fin que el actual, atraer el talento extranjero a nuestro país. La ley permaneció vigente hasta el año 2010, con el Gobierno del ex-presidente Zapatero, que limitó este beneficio fiscal a rentas inferiores a 600,000 euros, y provocó que los fubolistas tuvieran que volver a tributar una cantidad mayor de sus ingresos. Algo que no impidió a los clubes españoles mantener una cómoda ventaja fiscal ante el resto de ligas extranjeras en Europa, donde las cargas fiscales a los sueldos de los deportistas son muy superiores.

Sin embargo, en el momento de su implantación bajo el gobierno de Aznar, el futbolista David Beckham -por entonces en las filas del Real Madrid- decidió acogerse a esta medida que permitía trabajar en nuestro país y al mismo tiempo tributar como no residente. Lo que provocó el popular bautizo del decreto que, debido a la modifcación aplicada por el Gobierno actual, no volverá a llamarse con el nombre de ningún fichaje estelar.