De Guindos evita respaldar el trabajo del Banco de España

Ana Balseiro
Ana Balseiro SANTANDER / E. ESPECIAL

ECONOMÍA

El gobernador y representantes de entidades financieras hicieron un tímido frente común contra las críticas de Barroso

18 jun 2014 . Actualizado a las 09:59 h.

«En estos momentos lo importante para el Gobierno es que la banca española se percibe como solvente, que va a pasar los test de estrés y que está en condiciones de apoyar la recuperación económica. Eso es lo único importante desde mi punto de vista». Así respondía ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos, ayer a las duras críticas que el lunes hizo el aún presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que culpó de la crisis financiera a la gestión del Banco de España.

Desde el mismo foro que Barroso, el seminario La Europa que deja la crisis, organizado en Santander por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en colaboración con la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y el patrocinio del BBVA, Guindos marcó distancias con el trabajo realizado por el anterior gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Aunque admitió que «se produjeron errores en el pasado, por supuesto», sentenció que «la obligación del Gobierno es buscar soluciones y mirar hacia delante». No se pronunció sobre si este era el momento oportuno para tales críticas, insistiendo en que su postura es que «la transparencia es más relevante que el capital».

La misma tibieza a la hora de hacer frente común para defender el buen hacer del Banco de España frente a las acusaciones del político portugués se repitió a lo largo de la jornada en Santander. Nadie repitió el entusiasmo del alegato hecho la víspera por Emilio Botín, presidente del Banco Santander, a través de un comunicado en el que loaba la «innovación» del supervisor por sus provisiones anticíclicas.

El consejero ejecutivo del BBVA y ex consejero del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González Páramo, también alabó dicha medida y elogió la calidad técnica de los funcionarios del supervisor. Pero, sin embargo, no respaldó completamente al organismo, afirmando que no quería decir «que haya tenido una actuación perfecta», aunque tampoco contaba con todos los instrumentos para ello.

Contra el reparto de culpas

Como ya hiciera De Guindos, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, apostó por mirar hacia el futuro y «sacar esto adelante». «Yo no creo en la teoría de buscar chivos expiatorios», sentenció, añadiendo que no se iba a poner «a repartir porcentajes de culpa». Pese a reconocer que el Banco de España «tuvo su parte de responsabilidad, como también la tuvieron los gestores» o la «extraordinariamente laxa política monetaria que precedió a la crisis tanto en EE.UU. como en la UE», señaló que en aquel momento «no era nada fácil ver cuál era la situación».

Paralelamente, el actual gobernador del Banco de España, Luis María Linde, aseguró en el Congreso que «simplificar» y culpar de la magnitud de la crisis «a los errores de la entidad» en aquellos años es «una explicación muy poco útil».