«La economía española está en una buena posición para el nuevo ciclo alcista que ya ha comenzado». Así se pronunció ayer el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, enviando un mensaje más optimista que en ocasiones previas, en las que primó la prudencia. Ante un auditorio de empresarios mexicanos y patrios, aseguró que «este es un buen momento para confiar en la economía española». Añadió que el banco «tiene capacidad de inversión y el contexto es muy bueno para que los empresarios se animen a tomar riesgos y a invertir».
Para el directivo, el país está en un entorno de «crecimiento económico gradual», afirmación que respaldó desgranando las últimas previsiones, sin olvidarse de instar a proseguir con el proceso de reformas para reducir el déficit y la tasa de desempleo.
En cualquier caso, insistió en que los datos «apuntan a que la crisis termina», porque «son las empresas las que se anticipan a su final al confiar unas en otras e iniciar una nueva etapa comercial», como la auspiciada en el Foro Espyme celebrado en la sede madrileña de la entidad.
El secretario de Comercio de México -equivalente al ministro de Economía-, Ildefonso Guajardo, retomó el argumento, subrayando la importancia de «unir» las pymes de ambos países para «integrar» así sus economías y aprovechar la experiencia española en internacionalización.