España paga menos que EE.UU. por su deuda a 10 años

EFE

ECONOMÍA

El puñetazo en la mesa del BCE ha revolucionado las carteras

10 jun 2014 . Actualizado a las 00:20 h.

Quién lo iba a decir. Es más, hace no mucho se antojaba algo imposible. Pero, a los bonos españoles, esos de los que los inversores huían como de la peste en lo peor de la tormenta, se les exige hoy menos rentabilidad que a los estadounidenses. Y eso que estamos hablando de dos países con con calificaciones bien distantes. Mientras que Estados Unidos es toda una señora triple A para dos de las tres grandes agencias (solo S&P le niega la matrícula de honor en solvencia y le mantiene la nota un peldaño por debajo), España apenas acaba de dejar atrás el riesgo de verse dentro del saco de los bonos basura. Entre un rating y el otro hay nada más y nada menos que siete escalones de diferencia (ocho en el caso de Moody?s).

Entonces, ¿cómo es que al bono español se le pide menos que al estadounidense para confiarle el dinero? Cortesía de Mario Draghi. Cómo no. El puñetazo en la mesa del italiano todavía retumba en los oídos del mercado. La batería de medidas adoptada el pasado jueves por el Banco Central Europeo ha revolucionado las mesas de operaciones, forzando la reordenación de carteras. Y los países periféricos, como España, están entre los principales beneficiarios.

Pero, además de toda la carne que está dispuesto a poner el BCE en el asador, hay otras dos razones que lo explican. La primera, recordaban ayer los analistas, es que España emite su deuda en euros; y Estados Unidos, en dólares. Y, si los títulos americanos cotizasen en euros, su rentabilidad sería equiparable a la de los bonos alemanes. La segunda, que la inflación es más elevada al otro lado del Atlántico, por lo que es lógico que los inversores le pidan más rendimiento a la deuda estadounidense (pierde más valor con el tiempo). El caso es que, ayer, el bono español a diez años se pagaba en el mercado secundario al 2,59 %, frente al 2,61 % del norteamericano.

Hay antecedentes

Con todo, no es la primera vez que a España le sale más barato financiarse que a Estados Unidos. Es más, hasta que la crisis nos estalló en la cara, lo habitual era que los bonos españoles cotizasen por debajo de los estadounidenses. Claro que entonces los dos países lucían orgullosos la codiciada triple A. Pero, a partir de la primavera del 2010, con la caída en desgracia de Grecia, todo fue a peor para España. Mientras la Reserva Federal agarraba el toro por los cuernos y las autoridades europeas se enfangaban en una pésima gestión de la crisis, el rendimiento del bono americano nadaba plácidamente en el entorno del 1 %, y el español bregaba con un endiablado 7,7 %. Y eso, después de que el país tuviera que llamar desesperadamente a la puerta de sus socios en busca de dinero para salvar a los bancos. Entonces, en julio del 2012, la prima de riesgo llegó a rozar los 650 puntos, ayer cerró en 121, niveles en los que se movía en mayo del 2010, justo cuando Zapatero presentó su primer gran plan de ajuste presionado por la comunidad internacional.

El efecto Draghi también ha encontrado eco en las bolsas. Ayer el Ibex sumó otro 0,9 % y se encaramó a los 11.640, 1 puntos.