Evo cierra sucursales tres meses después de separarse de NCG

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El banco alega duplicidades en Madrid y Barcelona, y a la vez recorta plantilla

29 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Evo Banco nació en el 2012 para hacer rentable la red fuera del noroeste de Novagalicia. Fue un proyecto personal e innovador de los entonces gestores de NCG, José María Castellano y César González-Bueno, que terminó reportando beneficios al banco: en septiembre del 2013 se vendió por 60 millones de euros al fondo estadounidense Apollo. Era la primera entidad financiera nacida en la reestructuración para la que se encontraba un comprador. A finales de febrero, las 80 sucursales, los 580 empleados de Evo y los más de 270.000 clientes pasaban ya oficialmente al nuevo propietario. Hace apenas unas semanas, Apollo constituyó el consejo de administración de Evo, con Jaime Carvajal como nuevo presidente (formado en Lehman Brothers y en el Sabadell) y Enrique Tellado como consejero delegado. Este último fue el número tres de NCG Banco.

Ahora, tres meses después de operar como entidad totalmente independiente, Evo inicia una pequeña reestructuración interna que supondrá que a partir de junio tenga cinco oficinas menos y también menos personal. En concreto, Evo cerrará 4 sucursales en Madrid (dos en la zona norte, dos en el sur) y otra en Barcelona. Alega el banco que no se va de ninguna plaza y que el ajuste obedece a «duplicidades detectadas con el nuevo plan de negocio». Estos días se está informando ya a los clientes de esas clausuras. Es el primer ajuste que realiza y, por ahora, el único. La red se quedará así en 75 oficinas.

Paralelamente, el banco también ha iniciado la salida de personal, pero lo desvincula de esos cierres. Se trata de «salidas personales» para 9 empleados. Los 27 afectados por la reestructuración de oficinas en Madrid y Barcelona ya han sido recolocados, según la entidad.

«El "buen rollo" que tanto pregonaron desde el momento de la adquisición de esta línea de negocio ha terminado», denunciaba en un comunicado UGT. «Es increíble que tras comprar una red de sucursales hayan tomado ya la decisión de cerrar cinco oficinas, da idea de que no estudiaron muy bien la adquisición», añaden.

Evo, que tanteó comprar la red no catalana de Catalunya Caixa, no tiene sucursales en Galicia. Y a corto plazo no planea hacerlo, aunque la intención de Apollo es crecer en los próximos años. Además del consejero delegado, también es gallego el director general comercial, José Luis Abelleira.