El Bundesbank, a favor de que el BCE intervenga contra la baja inflación

Fráncfort / Europa Press

ECONOMÍA

Pide que se considere, entre otras medidas, cobrar a los bancos por depositar el dinero en la caja del organismo europeo o la compra de deuda, para evitar riesgos potenciales

14 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Bundesbank, presidido con mano de hierro por Jens Weidmann, parece ahora dispuesto a brindar su apoyo a la adopción de una serie de medidas de estímulo por parte del Banco Central Europeo, incluyendo la de cobrar a los bancos por depositar el dinero en la caja del BCE o la compra de deuda, con el fin de evitar los riesgos potenciales de un período excesivamente prolongado de inflación demasiado baja. Así lo recogía ayer en sus páginas The Wall Street Journal, citando a una fuente conocedora de la situación.

«Las previsiones de inflación de los expertos del BCE para el 2016, que serán publicadas a principios de junio, serán claves para que el Bundesbank se decida a no a respaldar esas medidas de flexibilización», explicó esta misma fuente.

La postura del Bundesbank proporcionaría un importante espaldarazo al presidente de la la máxima autoridad monetaria europea, Mario Draghi, particularmente en Alemania, después de que el banquero italiano dejara caer en su última rueda de prensa la posibilidad de que la entidad pase a la acción en junio. No obstante, este potencial apoyo del banco central alemán tendría limitaciones, ya que la entidad germana sigue siendo reticente a realizar grandes compras de deuda pública y privad. De hecho, el diario señala que el Bundesbank habría llegado a la conclusión, tras discutir esta posibilidad internamente, de que estas compras, a la vista de los bajos niveles de rentabilidad que ofrece actualmente la deuda, no serían demasiado efectivas y podrían generar riesgos para la estabilidad financiera.

En cualquier caso, el banco central germano estaría aún así abierto a la adopción de medidas significativas, incluyendo la reducción del tipo de interés de los préstamos y de los depósitos del BCE, y la extensión de la barra libre de liquidez hasta mediados del 2015 o el 2016, así como un nuevo ofrecimiento a los bancos de préstamos a largo plazo a tipo fijo, y la adquisición de determinadas clases de activos.

«Pero estos pasos no son un asunto cerrado y dependen de manera crítica de las previsiones de inflación del BCE hasta el 2016», señala el periódico. Los actuales pronósticos señalan que la inflación será del 1 % este año y del 1,3 % en el 2015, para alcanzar el 1,5% de media en el 2016.