China, lista para arrebatar a Estados Unidos el cetro de primera potencia global

zigor aldama SHANGHÁI / COLPISA

ECONOMÍA

El Banco Mundial prevé que el relevo se produzca ya este año, gracias a una nueva fórmula para medir la economía

04 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Muy pocos dudaban de que el momento fuese a llegar. La incógnita estaba en cuándo iba a superar la economía china a la de Estados Unidos. Algunos vaticinaban que ese hito se produciría hacia mediados del siglo XXI. Otros, que no sería necesario esperar tanto, que el gran dragón se colgaría la medalla de oro del mundo globalizado entre el 2019 y el 2025. Pero nadie previó que el relevo fuese a producirse ya.

El Banco Mundial apunta a que la hegemonía de la superpotencia americana -que nació cuando EE.?UU. superó al Reino Unido en poder económico, en 1872, y que nunca hasta ahora se había visto amenazada- acabará a finales de este año. Para entonces, China volverá a dominar el planeta después de casi tres siglos de turbulencias.

La información la ha avanzado el Programa de Comparación Internacional (ICP por sus siglas en inglés), dependiente de ese organismo financiero mundial, que ha realizado una serie de complejos cálculos para llegar a las conclusiones que presentará en julio en un completo estudio sobre la globalización.

Según sus propias estadísticas, en el 2005 la economía china solo suponía un 43 % de la estadounidense. No obstante, en el 2011 era ya un 87 %. Y si se tienen en cuenta los niveles de crecimiento de los años siguientes -un 24 % en China, frente al 7,6 de Estados Unidos-, en este 2014 los números certificarán un cambio de orden mundial que ya se deja sentir en los ámbitos de la política y de la empresa.

Truco estadístico

Claro que todo depende de cómo se mire. Las estimaciones del ICP tienen truco: están hechas a paridad de poder adquisitivo. Esta forma de medición, considerada más exacta que la realizada en términos absolutos teniendo en cuenta únicamente el tipo de cambio de las divisas locales con el dólar estadounidense, responde al hecho de que no es lo mismo, por ejemplo, un dólar (0,75 céntimos de euro) en Madrid que un dólar (6,25 yuanes) en Pekín. Mientras en la capital de España esa cantidad no sirve siquiera para hacer un viaje en metro, en la de China permite realizar tres trayectos en el suburbano. Y mientras un mileurista tiene difícil sobrevivir en nuestro país, los 8.600 yuanes que resultan al cambio son un salario bastante atractivo en el país más poblado del planeta.

Para realizar su ránking, el Banco Mundial ha estudiado el coste de la vida en todo el mundo. Ha determinado que los países más caros son Suiza, Noruega y Australia. En el extremo opuesto, los más baratos resultan Egipto, Pakistán, y Birmania. Lógicamente, en estos últimos basta con un sueldo mucho más reducido para llevar un nivel de vida similar al de los estados del primer grupo. Y China, en cuanto a renta per cápita, todavía está en el puesto 99. En resumen: en el país de Mao un dólar cunde más que en Occidente. Por eso, los economistas del ICP consideran que calcular el tamaño de la economía convirtiendo su PIB a dólares es un error que impide reflejar la realidad con exactitud.

Es necesario tener en cuenta muchos otros factores que son, precisamente, los que hacen de China un país mucho más poderoso de lo que refleja su riqueza a paridad del cambio. Porque, de hecho, en esa categoría el gigante asiático todavía está muy lejos de alcanzar a Estados Unidos.

Aún la mitad que EE. UU.

Según el FMI, en el 2012 el PIB de la potencia americana fue de 16,2 billones de dólares, casi el doble de los 8,2 de China. Incluso con el frenazo que ha provocado en Occidente la crisis que estalló en el 2008, el país comunista todavía necesitará al menos una década para ponerse a la par de su archienemiga al otro lado del océano Pacífico.

No obstante, la nueva fórmula utilizada por ICP dibuja un escenario mundial en el que los poderes tradicionales, como Japón o el Reino Unido, pierden peso frente a la emergencia de países como Rusia, la India, México o Brasil, que acceden al grupo de los 12 más importantes. Sorprendente es el caso del país hindú, que, a pesar del frenazo en su crecimiento, escala del décimo al tercer puesto de la economía global. Y curioso es también que no solo ganan peso los países en vías de desarrollo: Alemania, por ejemplo, se ve reforzada por el nuevo sistema de medición.

El nuevo método de cálculo otorga un mayor peso a los países emergentes

La hegemonía norteamericana comenzó en 1872, tras superar al Reino Unido