El FMI constata que la recuperación mundial es aún muy débil y lenta

Joan Faus WASHINGTON / COLPISA

ECONOMÍA

Lagarde insiste en que le preocupa la baja inflación

11 abr 2014 . Actualizado a las 10:34 h.

«Puede ser mejor». Como si se tratara de la evaluación de un examen, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, puso ayer nota a la recuperación de la economía mundial «Hemos doblado la esquina, pero la recuperación es aún demasiado débil y lenta», afirmó la exministra de Economía francesa en el marco de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.

La tesis del Fondo es que no hay que caer en la autocomplacencia, por lo que instó a los países a adoptar más reformas para hacer frente a nuevos riesgos como, por ejemplo, la posible inestabilidad en los países emergentes y la baja inflación en las economías avanzadas, especialmente en la zona euro. «Necesitamos acciones valientes, un crecimiento más rápido, fuerte y sostenible», dijo Lagarde, antes de recordar que sigue habiendo 200 millones de personas sin trabajo en el mundo.

En sus nuevas previsiones de primavera, el FMI pronostica que la economía mundial crecerá un 3,6 % este año y un 3,9 % el próximo, liderado por los emergentes, Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania. Ambas estimaciones son una décima inferior a las previsiones de otoño, si bien superan el ritmo de crecimiento de los últimos años: el PIB avanzó un 3 % en el 2013 y un 3,2 % en el 2012.

En este sentido, Lagarde rechazó que se puede hablar de un «giro» en el patrón de crecimiento porque, adujo, las naciones emergentes siguen aportando el grueso del alza del PIB pero la novedad radica en que las economías avanzadas han ganado vigor. Por ello, minimizó la volatilidad en algunos emergentes porque, dijo, «es algo con lo que vamos a tener que vivir» tras la retirada paulatina de los estímulos de la Reserva Federal de Estados Unidos y que se «normalizará» con el tiempo.

Respecto al riesgo de deflación en Europa, y después de haber reclamado la semana pasada al BCE que sea más agresivo, Lagarde optó ayer por un tono mucho más conciliador. Insistió en que «cuanto antes» se actúe, mejor. Aunque, sobre todo quiso ensalzar el lado positivo: se declaró «esperanzada» por la voluntad del eurobanco de explorar nuevas vías de actuación para lograr acercar la inflación a su objetivo del 2 %. De momento, la evolución interanual del índice de precios de consumo se encuentra en un +0,5 % en la zona euro, pero en España ya está en terreno negativo (-0,2 %).

Cara a cara con Draghi

A buen seguro que la directora del Fondo le comentará estas impresiones en persona al presidente del BCE, Mario Draghi, durante los distintos encuentros en Washington de los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G-20. Para combatir el riesgo de evolución negativa de los precios -que lastraría el crecimiento-, el FMI propone, en primer lugar, bajar aún más los tipos de interés, pese a que ya están en un histórico 0,25 %. También aconseja imponer tasas negativas a los depósitos de la banca e incluso impulsar un nuevo programa de liquidez enfocado a pequeñas y medianas empresas.