Galicia se pasa a la gama alta

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La venta de vehículos de más de 50.000 euros se dispara un 59 % en lo que va de año, pese a estar excluidos del PIVE 5

03 abr 2014 . Actualizado a las 11:37 h.

Las ventas de vehículos en Galicia atraviesan una etapa de crecimiento sostenido, desde finales del 2013, y dentro de esa vuelta de la euforia por estrenar coche, las gamas altas y los deportivos están experimentando un repunte llamativo.

Ocurre también en el conjunto de España, en donde la venta de modelos cuyo coste supera los 50.000 euros ha aumentado un 39,9 % en los tres primeros meses del año. Pero el incremento de la demanda de este segmento es mayor aún en Galicia, en donde las compras de este tipo de vehículos se han incrementado un 59 % respecto al mismo período del 2013.

Este dato es especialmente significativo, ya que se trata de coches que están excluidos del programa de ayudas a la compra (PIVE 5), que financia con hasta 3.000 euros cada nueva adquisición que no supere los 25.000 euros.

Según la estadística de ventas de Anfac, la patronal de los concesionarios, entre enero y marzo, las matriculaciones en Galicia han aumentado un 20 %. Pues bien, el segmento de los coches de lujo ha experimentado un crecimiento tres veces superior. Por provincias, destaca el mercado de A Coruña, en donde la venta de modelos de la marca Porsche se ha disparado un 175 % y la de Jaguar, un 66 %. En Ourense, la matriculación de modelos Porsche también subió un 15 %.

Clase ejecutivo

Además, los vehículos de la denominada clase ejecutivo experimentan un alza en las ventas notable en las cuatro provincias. Por ejemplo: en Pontevedra, Volvo sube un 142 %. Aunque los mayores incrementos se constatan en A Coruña, con BMW, que repunta un 28 %; en Ourense destaca Volvo, que aumenta sus ventas un 350 %; y en Lugo los vehículos BMW con un 94 % de incremento. Mercedes, Mazda, Infiniti o Lexus son también marcas de gamas altas que experimentan un crecimiento en toda la comunidad.

La explicación, según los concesionarios consultados, se podría resumir en la pérdida del miedo a la crisis, por parte de quienes, pudiendo permitírselo, optaron por esperar a un mejor momento, que parece haber llegado.