La falta de producción forestal, consecuencia de una estructura minifundista de la propiedad que hace poco rentable cortar madera a pequeña escala, está hipotecando la viabilidad futura del sector industrial en todos sus eslabones. El primero, como es el tablero y la pasta, y el segundo, como es el sector del mueble.
Esta es una advertencia que, desde hace tiempo, ha lanzado la asociación que representa a las principales empresas del sector, Confemadera, cuyo presidente en Galicia es Elier Ojea. «Somos estratégicos para el PIB gallego y para el futuro de este país; y por tanto, entendemos que la Administración debe considerarlo así, igual que lo hace con el naval, el textil o la automoción», precisa Ojea. A su juicio, los nuevos fondos de innovación de la estrategia RIS3, financiados en su mayoría por Bruselas, constituyen una gran oportunidad para el sector.
«El pasado jueves tuvimos una reunión con la Axencia Galega de Innovación en la que se nos ha transmitido apoyo al sector, lo que, por ahora, nos deja esperanzados», sostiene Ojea. En este sentido, el presidente de Confemadera considera prioritario, en este sentido, actualizar un inventario forestal, «un trabajo arduo, que podría estar financiado con cargo a Europa y que es muy necesario para saber lo que tenemos y diseñar una política».