La reestructuración en España

Antonio Carrascosa

ECONOMÍA

30 mar 2014 . Actualizado a las 10:55 h.

Hace un par de meses que ha finalizado el programa financiero, gracias al cual un grupo de entidades de crédito españolas han visto cubiertas sus necesidades de capital. Todos los informes emitidos por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional han coincidido en señalar que las medidas previstas en el MoU (memorando de entendimiento) firmado con las autoridades europeas, en julio del 2012, se han aplicado correcta y puntualmente, y han resaltado el refuerzo que esto ha supuesto para la posición patrimonial del conjunto del sistema financiero español.

El cumplimiento del MoU ha supuesto la ejecución de tres medidas fundamentales: la recapitalización de las entidades; la transferencia de activos problemáticos a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y la aplicación del principio de reparto de la carga.

La recapitalización

En el 2012 y el 2013 se inyectaron en ocho entidades de crédito un total de 39.078 millones de euros, a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). En el caso de NCG Banco fueron, a finales del 2012, 5.425 millones, que se añadían a las cantidades previamente aportadas por el FROB, 3.656 millones, lo que supone una inyección total de fondos públicos de 8.981 millones. Si relacionamos este importe con los activos ponderados por riesgo de las entidades, podemos concluir que NCG Banco es la tercera entidad con más ayuda pública recibida (un 33 %), por detrás de Catalunya Banc y Banco de Valencia.

La transferencia de activos a la Sareb

En diciembre del 2012 y febrero del 2013 se transfirieron a dicha entidad casi 200.000 activos inmobiliarios (préstamos destinados a la promoción inmobiliaria e inmuebles adjudicados) por un importe neto cercano a los 51.000 millones de euros. NCG Banco transfirió algo más de 19.000 activos, por los que recibió bonos de la Sareb por importe de 5.097 millones.

Reparto de carga y arbitrajes

La tercera medida que hemos mencionado es el reparto de la carga del saneamiento bancario. En estos momentos, se han completado estos ejercicios para todas las entidades, generando capital adicional para las mismas por un importe bruto aproximado de 13.600 millones. Es decir, estos ejercicios han reducido sustancialmente las necesidades de inyección de dinero público en esas entidades, ya que la Ley 9/2012 y el MoU obligan a que los tenedores de instrumentos híbridos de capital contribuyan a la recapitalización de las entidades afectadas por estos procesos, si bien deberán hacerlo de acuerdo con el orden de prelación de sus títulos, y en todo caso, una vez que los accionistas hayan asumido pérdidas hasta donde fuera posible. El recorte medio aplicado para el conjunto de emisiones ha sido algo inferior al 30 %. Para NCG Banco, el recorte medio realizado al total de los clientes en su conjunto ha sido del 30 %, siendo del 25 % para los clientes minoristas, y del 42 % para los que tenían la condición de mayorista.

Las actuaciones del FROB, como las del resto de autoridades involucradas, han estado encaminadas a hacer compatibles los principios de reparto de la carga señalados, con la mitigación en lo posible de los costes soportados por los inversores más vulnerables. Con este objetivo se han acometido en las entidades nacionalizadas procesos de arbitraje para los inversores afectados por una comercialización deficiente de los instrumentos híbridos. Estos procesos se han realizado en el marco de las normas europeas de ayudas de Estado.

NCG Banco fue la primera entidad en aplicar esos arbitrajes para minoristas, en julio del 2012. Actualmente este procedimiento ha finalizado, habiéndose producido laudos positivos por 496,3 millones. Un total de 58.000 clientes (contando todos los titulares) han recibido una solución positiva en este proceso habiendo recuperado los importes invertidos.

Por otro lado, la necesidad de paliar la situación especialmente desfavorable de los inversores afectados por los ejercicios de reparto de la carga que habían recibido acciones no cotizadas en el canje de sus instrumentos híbridos, motivó el diseño de mecanismos para la provisión de liquidez a estos instrumentos. En concreto, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) formuló una oferta de carácter voluntario a clientes minoristas para la adquisición de las acciones no cotizadas de NCG Banco y Catalunya Banc. Esta oferta incluyó un descuento por iliquidez del 13,8 %. A la mencionada oferta acudieron titulares de las acciones representativas de un 25,6 % del capital social de NCG, y representó un coste total para el FGD de 1.802,6 millones de euros, de los que 802 fueron a pagar a los clientes de NCG.

Conclusiones

El saneamiento del sector financiero español está muy avanzado, habiéndose cumplido todos los compromisos adquiridos por España en el MoU firmado con las autoridades europeas. Las medidas que se han adoptado eran necesarias aunque, en algunos casos, dolorosas.

La recuperación económica debería facilitar todo este proceso, reduciéndose paulatinamente las muy elevadas tasas de morosidad actuales y recuperándose progresivamente los márgenes financieros y la rentabilidad de las entidades. En este contexto, la recuperación del crédito a empresas y familias será una realidad.