NCG logra que Hacienda dé facilidades a sus preferentistas

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los afectados tendrían que tributar por el dinero que habían recuperado

24 mar 2014 . Actualizado a las 22:10 h.

Para los miles de pequeños clientes con participaciones preferentes o deuda subordinada (más de 60.000) de Novagalicia Banco (o NCG), el 2013 fue un año marcado en rojo. Unos lograron recuperar, al fin, su dinero a través del arbitraje; otros perdieron parte de sus ahorros con la quita impuesta por Bruselas, y un puñado se embarcó en un proceso judicial que se supone largo (4.400 denuncias sin resolver).

De todo eso hay que dar cuenta en la declaración de la renta del 2013, que arrancará en unas semanas. Y la situación no es tan sencilla como se podía presumir para unos 15.000 afectados que tuvieron un arbitraje positivo (recuperaron su dinero) tras la quita y canje por acciones de junio. En estos casos, Hacienda puede estimar que el afectado ha recibido una plusvalía, y tiene que declarar esa ganancia como tal. Así, lo que debería ser una simple restitución del capital inicial (del dinero invertido) podría derivar en una tributación extra en el IRPF, que se llevaría hasta el 54 % del dinero recuperado. Un nuevo palo para clientes que han demostrado en un proceso oficial (ante un árbitro o un juez) que lo suyo fue un engaño. Novagalicia temía que con el tema fiscal se abriera otra brecha con los preferentistas, y en enero tramitó una petición de aclaraciones a la Dirección General de Tributos, sobre la tesis de que aquellos clientes que habían recibido laudos positivos en un arbitraje no habían percibido ganancia alguna por la que declarar.

Hacienda publicó su respuesta oficial, vinculante, en su página web. Recoge la petición de Novagalicia para que los arbitrajes no tengan impacto fiscal en los afectados. Esto es importante para todos, pero sobre todo para los 15.000 clientes que tuvieron una resolución positiva entre junio y agosto; es decir, para aquellos que vivieron un viacrucis administrativo.

Dos quitas

Son clientes minoristas, cuyo caso fue aceptado para el arbitraje, pero que vivieron antes la quita y canje por acciones, tras una resolución del 7 de junio. Vivieron así dos quitas: la primera, a cargo del FROB, que conllevó que sus preferentes se convirtiera en acciones de NCG. La segunda, a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos, cuando les canjeó esas acciones por dinero en efectivo.

Un caso práctico: un cliente con 100.000 euros en preferentes, aceptado para ir al arbitraje, sufre las dos quitas y recupera 70.000 euros. Cuando su caso llega ante un árbitro, recupera el resto. El arbitraje funciona así: se le devuelve todo el dinero, menos los intereses cobrados de más durante los años que tuvo ese producto. Y, a mayores, una compensación porque el afectado pensaba que tenía un depósito. Para el caso citado de 100.000 euros se le devolverían 90.000. Ahora bien, como ya había recuperado previamente 70.000, quedarían por pagar 20.000. Y aquí estaba el problema fiscal: Hacienda interpreta ese dinero como un rendimiento positivo, un beneficio, por el que hay que pagar, y bastante. Eso es lo que quería evitar NCG. La respuesta es clara: «No tendrá efectos tributarios la recompra de valores y la suscripción simultánea de acciones, ni la transmisión de acciones que, en su caso, se hubiese realizado. Por tanto, el cliente no computará resultado alguno derivado de tales operaciones», dice la resolución de Tributos. Un alivio.

Otros clientes

¿Qué pasa en el resto de casos? Lo mismo: los clientes ya tributaron en su día por los intereses que generaron esas preferentes, y no tienen que hacer nada.

La consulta presentada por el banco no incluía qué hacer con los casos de sentencia judicial. Porque esos no los gestiona Novagalicia, como sí hizo con los arbitrajes. Estos clientes tendrán que consultar con sus gestores o abogados cómo tributar ahora por aquel producto, atendiendo a lo que dictaba su sentencia.