Estaba cantado que la entrada de Banesco (o el Etcheverría, que es su banco en España) en Novagalicia provocaría un cambio profundo en la cúpula de la entidad gallega para situar a personal de confianza del grupo comprador. Lo que tal vez no se esperaba es que esos cambios se produjeran antes incluso de la entrada del nuevo dueño. A la marcha anunciada hace dos semanas de Domingo González Mera, responsable de la sensible área de riesgos, se ha sumado esta semana el adiós de Juan Díaz Arnau y de Fernando Vázquez de Lapuerta. Y no serán las últimas salidas antes de que la gente de Escotet tome los mandos. Pactada el jueves, la marcha de Arnau y de Vázquez supone dejar muy tocada, casi desmantelada, la alta dirección diseñada por José María Castellano. El segundo era una persona fichada por él personalmente en el 2011 para llevar la división de participadas y la banca mayorista, donde se encontraba la negociación con grandes empresas. Arnau, en cambio, procedía de las antiguas cajas de ahorros (en su caso, de Caixavigo) y estaba al frente de toda la política comercial de la entidad.
Ambos eran cargos muy relevantes. Sus puestos como directores generales no serán cubiertos.