Elpidio José Silva: «Blesa es una víctima porque no puede salir a la calle, pese a no ser el único imputado»

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El juez Silva acaba de presentar un libro en el que disecciona la Justicia en España.
El juez Silva acaba de presentar un libro en el que disecciona la Justicia en España. benito ordóñez< / span>

El juez del caso, suspendido, dice sentirse arropado y confía en resultar absuelto

21 feb 2014 . Actualizado a las 11:21 h.

Alto y enjuto. Sonríe para subrayar cada respuesta, de una concisión casi quirúrgica, absolutamente convencido de que resultará absuelto de la acusación de prevaricación en el caso Blesa, por el que ahora está cautelarmente apartado de la carrera judicial y que le ha hecho salir del anonimato del Juzgado número 9 de plaza de Castilla. El magistrado Elpidio José Silva (Granada, 1959), relata en La justicia desahuciada (Península) un descenso a los infiernos que cree será pasajero, completamente seguro de que la instrucción realizada en el caso Blesa por la compra del Banco de Miami fue correcta. «No cambiaría nada», sentencia.

-Dice que escribe este libro por responsabilidad y habla de «la verdad, entendida como plato que debe servirse frío a los corruptores y sus títeres». ¿Es una venganza?

-No. Creo que el sistema es objetivo, es frío. Para que haya un funcionamiento adecuado de las instituciones tiene que haber mucho desapego. Cuando un juez te condena no tiene ningún tipo de ajuste de cuentas. Te manda a la cárcel, ya está. Y en la cárcel te reciben con la misma frialdad. No hay venganza.

-Usted dice que no es un héroe, pero solo dos jueces antes han enviado a la cárcel a exbanqueros. Si no es un héroe, ¿es un oportunista?

-No. Yo hago mi trabajo. Lo que toca. Como lo he hecho siempre. Si fuera un oportunista y hubiera querido sacar partido de esto habría mil maneras.

-Su carrera está ahora en una situación delicada. Pende de un hilo. ¿Piensa en lo que pasó con Baltasar Garzón?

-A mi carrera no le pasa nada. Me tendrán que absolver. Y no soy Garzón, ni mi caso es igual.

-¿Pero no contempla que puedan inhabilitarle?

-[Resopla]. ¡Qué va! Me absolverán. No tienen más remedio. ¡Es que no hay nada! Es imposible. Póngalo como imposible.

-¿Y se fía del sistema que tan duramente critica en su libro?

-Hasta ahora a mí me ha funcionado. He ganado en todo. He pasado por esta situación otras veces y me han tenido que indemnizar. Lo triste es que esto al final lo pague el ciudadano con sus tributos y no quien lo hace.

-¿Pero tiene plan B? Por si se equivoca...

-Hay plan B, C, D, E... Uno tiene decenas de planes. La única alternativa en mi vida no es ser juez. No siempre lo he sido.

-¿Ha pensado que la instrucción fue demasiado corta o que se precipitó con el auto de prisión?

-En instrucción cuanto más rápido se vaya, mejor. Y el auto de prisión se dictó cuando correspondía, al principio, para impedir que se manipulen pruebas.

-Dice que no esperaba tener que enviar a Blesa a prisión, que se vio obligado. ¿Por qué?

-Yo pensé que daría explicaciones sobre el informe del Banco de España que motivó la apertura de la investigación. En seis meses que tuvo y en un tema eminentemente documental, a uno le da tiempo a reunir documentación y explicar. Pero no.

-¿Y qué cree que pasó? ¿Que se sentía intocable?

-No lo entiendo. La línea de la defensa de Blesa nunca la he entendido. Pero tampoco tengo que hacerlo porque cada uno se defiende como quiere.

-¿Para Blesa la humillación pública ya es una sentencia?

-Ha debido ser doloroso para alguien que se sentía intocable. Blesa es una víctima en cierto modo, porque no es el único imputado en esta causa, pero sí está siendo el único visible, ya no puede salir a la calle.