El empleo doméstico en Galicia se resiste aún a la regulación

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Unas 6.300 personas siguen trabajando en la economía sumergida

09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El empleo sumergido en el sector doméstico, que había aflorado en parte gracias a la reforma legal del 2012 que obligaba a cotizar desde la primera hora de la trabajadora, sigue moviendo en la comunidad gallega cifras nada desdeñables. Mientras que la encuesta de población activa (EPA) sitúa el número de ocupadas en 33.600, según la última estimación del cuarto trimestre del 2013, los registros de la Seguridad Social de diciembre contabilizan 27.300 afiliadas en esta rama. Es decir, que del cruce de ambos datos se desprendería que 6.300 personas, en su gran mayoría mujeres, trabajan en casas de espaldas a la legalidad.

La reforma del 2012, que obligaba al empleador a cotizar, propició que emergiese hasta un tercio del empleo sumergido de este sector, pero a lo largo del último año esta tendencia se ha parado por completo. En diciembre del 2011, antes de que entrasen en vigor los cambios, había en Galicia 20.288 cotizantes del régimen especial de trabajadores del hogar. Solo doce meses después, la cifra subió hasta los 27.212. Este dato se ha mantenido prácticamente invariable a lo largo de todo el 2013. A este frenazo ha contribuido la crisis económica y el desempleo, que redujeron los ingresos de muchos hogares que utilizaban el servicio doméstico. Pero sobre todo influyó un nuevo cambio normativo, que entró en vigor en abril del 2013. El nuevo decreto permitía que la responsabilidad del alta a la Seguridad Social y otros trámites pasase del empleador al empleado, siempre que existiese acuerdo entre ambos y cuando el trabajador prestase sus servicios por un tiempo inferior a 60 horas mensuales. Esto ha potenciado todavía más el trabajo precario, las jornadas intermitentes y partidas. Por ello, muchas asistentas, ante la escasez de dinero, optan por ahorrarse la cotización a la Seguridad Social.

Esto es más visible en una comunidad como Galicia, con un menor peso de las mujeres inmigrantes en el servicio doméstico que en el resto de España. Una diferencia que ha acentuado todavía más la crisis. Las extranjeras necesitan cotizar para mantener su tarjeta sanitaria. Desde la Xunta recuerdan que el plan de lucha contra el empleo sumergido, en el que participan 115 inspectores, tiene en el hogar una de sus prioridades. Para los empleados a tiempo parcial, que constituyen la mayoría, el salario mínimo interprofesional para este 2014 se sitúa en 5,05 euros por hora efectiva de trabajo, incluidos todos los conceptos: festivos, pagas extraordinarias y vacaciones.