La crisis también golpea al arquitecto de los famosos

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Joaquín Torres pide el concurso de acreedores para una de sus empresas alegando impagos de sus clientes

31 ene 2014 . Actualizado a las 18:18 h.

El tsunami del ladrillo, que se ha llevado por delante constructoras y promotoras de todos los tamaños y pelajes, no entiende de nombres. El último en sufrir el azote de la crisis del sector ha sido el arquitecto más mediático del país, Joaquín Torres, que ha instado el concurso voluntario de acreedores para su empresa A-cero Inmobiliaria, que tiene su domicilio social en A Coruña, solicitud que ya ha sido aceptada por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de la ciudad, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado.

Un portavoz de A-cero restó ayer importancia a la declaración del concurso y destacó que se trata de una sociedad «secundaria» dentro del conglomerado empresarial del arquitecto, que incluye estudios en A Coruña y Madrid y una planta en Valencia donde fabrica una línea de viviendas modulares.

Sobre los motivos que han llevado a esta situación, desde la empresa apuntan directamente a «las deudas que tienen los clientes con nosotros», en especial ciertas promotoras. Descartan, eso sí, que vaya a tener efectos laborales, al asegurar que no se plantean realizar ningún ajuste de plantilla aprovechando el trámite judicial, lo que blindaría a los 25 empleados que, según explican, tienen en A Coruña: «No se va a despedir ni se va a cerrar el estudio de A Coruña, tenemos bastante trabajo y estamos evolucionando bien».

En el ejercicio 2012, el último del que hay cifras, A-cero Inmobiliaria facturó más de 3,7 millones de euros y tuvo un beneficio de casi 25.000 euros, según los datos tomados del Registro Mercantil por la web Informa.

Dos líneas de negocio

Aunque la popularidad entre el gran público le ha llegado con sus intervenciones televisivas, Joaquín Torres -hijo del empresario Juan Torres, socio fundador de ACS- adquirió notoriedad con el diseño de la exclusiva urbanización La Finca, en Somosaguas (Madrid), refugio de políticos, empresarios y deportistas. El arquitecto, cuya nómina de clientes incluye nombres como los de Amancio Ortega o Cristiano Ronaldo, ha diversificado el negocio con la comercialización de una gama de viviendas modulares.