Coca-Cola mantiene su fábrica coruñesa y anuncia un incremento de plantilla y producción

Gabriel Lemos REDACCIÓN

ECONOMÍA

El ERE prevé, a nivel nacional, la salida de 750 trabajadores y la recolocación de 500

23 ene 2014 . Actualizado a las 02:05 h.

Un mes y medio después de anunciar el cierre de cuatro de sus once fábricas, Coca-Cola Iberian Partners, la empresa que controla todas las embotelladoras de la multinacional de refrescos estadounidense en España, despejó ayer las incertidumbres que atenazaban a la plantilla y desveló el nuevo mapa de actividad de la empresa, que pasa por clausurar las plantas de Asturias, Alicante, Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid). Una decisión que se comunicó a los sindicatos durante la primera jornada de negociación del expediente de regulación de empleo presentado en la firma y que salva de la quema a la coruñesa Begano, cuya continuidad se dio por descontada desde un primer momento tanto en círculos empresariales como entre los sindicatos, ya que presentaba mejores ratios que otras fábricas del noroeste.

El alivio ha sido doble, ya que no solo no cerrará sino que la dirección de Iberian Partners comunicó ayer que las siete plantas que seguirán en activo, entre ellas la coruñesa, verán incrementada su plantilla y producción, lo que supone una garantía para el futuro. En ese sentido, los representantes de los trabajadores de Begano mostraban ayer su confianza en que la embotelladora gallega absorba la producción de la fábrica que cerrará en Asturias, aunque matizan las expectativas sobre la posible generación de nuevos puestos de trabajo al asegurar que lo lógico es que se produzcan traslados de trabajadores asturianos y que, incluso, se le pueda ofrecer un cambio de departamento a algunos empleados de Begano.

Bajas y recolocaciones

Porque de la segunda pata del ajuste, la laboral, sí que no se librará la planta coruñesa. En total, la dirección de Iberian Partners comunicó ayer un ERE que afectará a 1.250 trabajadores (de una plantilla total de 4.270, según los datos que manejan los sindicatos). De ellos, 750 saldrán a través de bajas incentivadas y prejubilaciones, cuyas condiciones no conocían ayer todavía los representantes de los trabajadores gallegos, mientras que a otros 500 se les ofrecerá la recolocación en otros departamentos o centros de trabajo.

El área más afectada será la administrativa, ya que la empresa prevé centralizar en Madrid las operaciones comerciales, los departamentos legal y financiero, así como uno de los tres centros de servicio de atención al cliente. Los otros dos se ubicarán en Barcelona y Sevilla.

El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, que ayer se felicitaba por la continuidad de Begano, subrayaba que «ahora toca defender, entre todos, que la reestructuración administrativa afecte lo menos posible a la factoría coruñesa».

«Habrá conflicto y duro»

Si la empresa ha alegado «causas organizativas y productivas» para justificar el ERE, al advertir la necesidad de «eliminar duplicidades e ineficiencias», los sindicatos anuncian una negociación caliente hasta el 21 de febrero, cuando vence el plazo. UGT, central mayoritaria en la comisión negociadora, reclamó una solución «que no pase por el despido de trabajadores ni por el cierre de ninguna embotelladora». Mucho más dura fue la reacción de Comisiones Obreras, que anuncia que «habrá conflicto y duro» y muestra su disposición a impugnar el ERE. Ambos sindicatos anuncian un calendario de movilizaciones que incluye dos paros por semana y podría cerrarse con una manifestación en Madrid.