A mar revuelto, ganancia de pocos pescadores. De aquellos que pueden hacerse a la mar en medio de la concatenación de temporales que padece Galicia, aunque algunos, como los arrastreros de Ribeira, se hayan tenido que ir hasta frente a Santander para poder pescar.
Que apenas haya pescado capturado por la bajura hace que se dispare el que llega de Gran Sol. Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela (ABSA), explicaba ayer que el precio de la merluza en lonja está en torno a tres euros el kilo por encima de lo que costaba el año pasado por estas fechas.
En Barbanza, los pocos se atrevieron ayer a salir acabaron en muchos casos dando la vuelta. Eso hizo que la subasta en la principal rula de la comarca, la de Ribeira, se realizase bajo mínimos. Apenas se vendió media tonelada de raya que había traído un barco de Fisterra y unas 15 cajas de faneca. Los precios, dada la escasez, fueron altos, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de enero. La faneca se vendió a 5 euros el kilo y la raya llegó a 6. Todo lo contrario ocurrió con los precios del marisco, que se desplomaron en todas las rulas de la comarca como consecuencia del fin de la Navidad.
En la zona de Pontevedra, apenas hubo actividad en las lonjas de Bueu y Portonovo, mientras que en Campelo sí se subastó almeja del sector de a flote, porque las pequeñas embarcaciones de este colectivo operan al abrigo, en el extremo este de la ría.