José Manuel Silva: «El problema del agro gallego es sobre todo de derecho civil»
ECONOMÍA
José Manuel Silva, durante muchos años miembro de la cúpula de la política agraria comunitaria y hoy consejero especial del presidente de la Comisión, ha vuelto a Galicia para presentar, en la Universidade da Coruña, el nuevo programa de I+D de la Unión Europea. Incluso desde ese punto de vista, el de la innovación, la agricultura sigue centrando sus preocupaciones.
-¿Hay mucho que innovar en la agricultura gallega?
-En las presentaciones que se acaban de hacer del Horizonte 2020 vimos que en el mundo del bio, Galicia publica muchas más investigaciones que la media. En cambio, en el campo de la transferencia tecnológica, la comunidad queda muy por debajo. Son cosas vistas. Tenemos una enorme potencia investigadora en el mundo agrario, en todo el primario, que no está repercutida después en las patentes, en la cooperación con la industria, en la transferencia tecnológica.
-Sin embargo parece que el problema principal de la agricultura no es la falta de conocimiento, sino la escasa dimensión de las explotaciones.
-El problema que hay es estructural, sobre todo en nuestro sector puntero, el lácteo, y consiste en esa desvinculación que existe entre tierra y ganado. Recuerdo siempre la visita que hice a Nueva Zelanda; allí me dijeron: «Nosotros no somos productores de leche, somos productores de hierba». Se ve claramente que no es un problema de política agraria, es, sobre todo, una cuestión de derecho civil. Una propiedad de cinco hermanos, de los que dos viven en Barcelona, otro trabaja en la ciudad, etcétera, si está en desuso no es por mala voluntad de nadie.
-Habla del sector lácteo. ¿No es hoy el menos europeísta, el que más acusa a Bruselas de imponerle sacrificios ruinosos?
-Bueno, hay que echar bien los números. Creo que cuando los precios de la leche fueron bien, la gente estaba tranquila, hacía sus ahorros, ampliaba sus explotaciones... Si van mal, se expresa el malestar. Ahora que las cotizaciones han mejorado un poco, y que el coste de los piensos ha bajado algo, la cosa está más tranquila. Hace dos años, cuando llegué por segunda vez a la Dirección General de Agricultura, en mi test, que hago en mi pueblo, en Chantada, comprobé que los ganaderos realmente estaban perdiendo dinero.
-¿No había otro modo de afrontar la modernización?
-Yo creo que el sector ganadero solo se pudo desarrollar con el sistema elegido, el de la alta especialización, porque si no habría desaparecido. Ahora tiene ese otro reto, el de buscar más vinculación con la tierra.
-¿Ve soluciones para esos problemas estructurales?
-Una de las cosas que debemos conseguir es una ley de arrendamientos adecuada y conseguir que las dos partes se sientan cómodas. Esa sería una de las soluciones. Pero el sector primario es muy multidisciplinar. No veo soluciones únicas, para una o para otra actividad. Creo que hay que ir a planteamientos integrados, de la ganadería, la agricultura y lo forestal, un sector este también con un gran potencial tecnológico. Me quedé muy contento con los trabajos que se hacen en el campus de Lugo, llenos de propuestas interesantes, como los contratos marco de las cooperativas. Pero queda mucho trabajo por hacer. Seguimos siendo, como siempre, muy individualistas.