Una familia media pagará casi dos euros más de luz al mes desde enero

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Gobierno fija por decreto un alza del 2,3 % y anuncia un nuevo sistema de cálculo para abril

28 dic 2013 . Actualizado a las 16:31 h.

Tras una semana de fuego cruzado entre el ministro de Industria y las grandes eléctricas, y con más de dieciséis millones de consumidores -los sujetos a la tarifa de último recurso (TUR) de la luz- con el aliento contenido, el Gobierno despejó ayer por fin la incógnita: la luz subirá un 2,3 % a partir de enero. Y lo hará por decreto, la fórmula elegida ayer por el Ejecutivo para aprobar un precio transitorio en la parte liberalizada del recibo de la electricidad, que solo estará vigente en el primer trimestre del año.

Al menos así lo anunció el presidente, Mariano Rajoy, en su comparecencia posterior al último Consejo de Ministros del año, en la que explicó que el Ministerio de Industria trabaja ya en un mecanismo alternativo para la revisión del precio de la energía para los consumidores domésticos a partir de abril, después de que tanto el Gobierno como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) apreciasen «circunstancias atípicas» en la subasta celebrada el pasado día 19, que apuntaba a una subida del recibo del 11 % y que fue invalidada por el regulador. Este organismo fue el encargado también de proponer el nuevo sistema de fijación de precios, que vinculó a la cotización del mercado de futuros de la energía. En función del período que se tomase para el cálculo, la subida podría ser del 1,4 o del 2,9 %.

Y el Gobierno, ya puesto a intervenir la parte liberalizada del mercado, eligió el tramo más bajo de la horquilla, al que se sumará otro incremento del 0,9 % por los costes regulados del sistema eléctrico, lo que arroja ese alza final del 2,3 % para el conjunto del recibo.

El argumento esgrimido por el Gobierno para justificar la decisión fue el mismo que el que se utiliza para defender las rebajas salariales o la desvinculación de las pensiones y el IPC: la competitividad. «No podemos tener la tercera electricidad más cara de Europa, porque es contrario a la competitividad de las empresas y a la creación de empleo», subrayó el presidente del Gobierno, que también incidió en que subidas de dos dígitos como la que proponía la última subasta no se explican, ya que «podemos producir el doble de la energía que consumimos habitualmente».

Los clientes pagarán el desfase

Rajoy descartó que el mecanismo de cobertura que se ofrecerá a las eléctricas para protegerlas de posibles pérdidas si el precio al que compran la electricidad en los tres primeros meses del año es inferior al que están obligadas a venderla -que era una de las exigencias que incluía la CNMC en su propuesta- vaya a influir en el déficit de tarifa que, como él mismo reconoció, estuvo a punto de provocar la «quiebra del sistema». En ese sentido, fuentes del Ministerio de Industria aclararon que el ajuste lo asumirán los clientes en la revisión de precios en abril, cuando se repercutirán en el recibo los posibles desfases, tanto al alza como a la baja.

¿Y cómo afectará la subida en los consumidores? La organización Facua fue ayer la primera en hacer los cálculos y determinó que, para un hogar medio, con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo mensual de 366 kilovatios hora, la subida se traduciría en un incremento de 21,36 euros al año o, lo que es lo mismo, 1,78 euros al mes. Cifras casi idénticas a las que ofrece la OCU, que habla de un alza de 20 euros al año que «sigue siendo excesiva» y que, entienden, es la respuesta ante «el simple temor a un estallido social».