La renta gallega retrocede 6 años y se aleja de la media de la UE

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El PIB per cápita, indicador para otorgar fondos, cae por debajo del 90 %

16 dic 2013 . Actualizado a las 07:26 h.

Desde que se inició la grave crisis financiera, en el 2008, el ansiado objetivo de la convergencia gallega con la renta europea no ha hecho más que alejarse. Según, la oficina estadística de la UE, el producto interior bruto (PIB) per cápita de Galicia, medido en paridad de poder adquisitivo, equivalía a finales del 2012 al 86,7 % de la renta media comunitaria, dato inferior al registrado seis años atrás. Galicia se sitúa así por debajo del 90 %, umbral que alcanzó en el 2007.

No se trata de un asunto intrascendente puesto este es el indicador clave que utilizan las autoridades comunitarias para priorizar la distribución de fondos europeos. El alejamiento de la convergencia con Europa es una factura de la crisis extensible en mayor o menor medida al conjunto de las autonomías del Estado. Con todo, el País Vasco es la comunidad que menos ha retrocedido y mantiene su renta en el 129 % de la media europea. Pese al retroceso experimentado en los últimos años, por encima de la renta per cápita de la UE de los 27 se sitúan Navarra, La Rioja, Aragón, Madrid, Cataluña y Baleares. Galicia ha retrocedido casi cuatro puntos en renta per cápita respecto a Europa desde el inicio de la crisis, una pérdida inferior a la registrada por otras comunidades como Asturias, Cantabria -que llegó a alcanzar la convergencia con Europa en el 2008- o Andalucía, entre otras. Pero aquí juega un papel determinante en favor de Galicia el aspecto demográfico. A lo largo del último cuarto de siglo, la autonomía gallega logró salvar la distancia que le separaba de Europa, en parte empujada por su declive poblacional. La economía gallega crecía levemente por encima del resto, pero su población se mantenía estancada o retrocedía. No aumentaba la riqueza mucho más que en el resto de los territorios, pero al ser menos tocaba a más. Este fenómeno es lo que muchos economistas gallegos han bautizado como la vía de la convergencia pasiva.

En un momento de contracción económica, el declive demográfico también juega a favor de la comunidad. Con un deterioro enorme de la disponibilidad de recursos por habitante, debido al paro y a la bajada de salarios, el efecto es menos evidente que en otras comunidades porque retrocede más la población.

La comparativa con España

Como ejemplo de esta diferencia entre Galicia y el resto del Estado basta con comparar la evolución media de uno y de otro. En Galicia hay que remontarse a finales del 2005 para encontrar un dato de renta per cápita similar al que se registra ahora. En el caso español, la factura de la crisis es mucho mayor: hay que retroceder 14 años, hasta 1998. La convergencia en renta con Europa, un éxito que España exhibió entre los años 2002 y 2009, se ha esfumado. El PIB per cápita, medido en paridad de poder de compra, se sitúa hoy en el 96 % de la renta media europea, casi diez puntos por encima del dato que presenta la comunidad gallega.

El estallido de la burbuja inmobiliaria y todo el deterioro que exhibió del sistema financiero ha esfumado el sueño de la convergencia. El elevado nivel de desempleo, sin visos de que pueda reducirse de forma considerable en un plazo corto, y toda la devaluación interna a la que está sometido el país, hacen prever que alcanzar de nuevo a Europa va a costar muchos más años de lo que algunos puedan imaginar.