El FROB blindará al dueño de NCG ante pleitos como los de las preferentes

R. Santamarta / S. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Le cubrirá el 85 % de lo que pueda perder en procesos judiciales, y si se devalúan sus solares

13 dic 2013 . Actualizado a las 12:26 h.

El FROB ha decidido no conceder ayudas directas al comprador de Novagalicia (o NCG), pero sí lo blindará ante posibles contingencias futuras, sobre todo vinculadas a procesos judiciales, según explican fuentes conocedoras del proceso de venta. En los documentos que el fondo público de rescate ha ido trasladando a los interesados se recoge que el FROB -es decir, el Estado, es decir, todos los contribuyentes- cubrirá las pérdidas potenciales que tenga el comprador ante al menos tres supuestos: los juicios por las preferentes, el conflicto con la aseguradora Aviva, o la depreciación en los solares sin edificar que aún tiene la entidad.

Es un sistema de protección diferente al de procesos previos de subastas de bancos, en los que el FROB decidió implantar la figura del esquema de protección de activos (EPA). Esto es un escudo que permite que cualquier quebranto futuro, durante 10 años, sea cubierto con fondos públicos. El 85 % de esas facturas futuras -un crédito impagado, por ejemplo- van por cuenta de la Administración y no del comprador. Este sistema de EPA no gustaba mucho en el Ministerio de Economía, el que controla el FROB, junto al Banco de España. Se ha optado ahora por una solución intermedia.

Sin primar crédito o empleo

Lo que no figura en los documentos es cláusula alguna que dé prioridad en la compra a quien garantice un incremento del crédito o un mantenimiento (mayor o menor) del empleo en el banco. Lo único relevante, explican quienes han tenido acceso a la documentación, es el precio. Es decir, el FROB quiere cumplir como sea esa máxima marcada desde el inicio: recuperar el mayor dinero posible. En NCG, en tres procesos diferentes, se han inyectado 9.000 millones de euros.

¿Por qué sí cubrir preferentes, Aviva y solares? Explican fuentes internas del proceso que son las principales preocupaciones que han expresado los interesados en esta venta. Sobre todo el conflicto abierto con Aviva, en el que están en juego 430 millones de euros por una denuncia de la aseguradora por incumplimiento de contrato. Ese proceso llegó a un arbitraje en Madrid, y su resolución está en el aire. El FROB, con las cláusulas incluidas en el documento, da un respiro al comprador, que solo tendría que asumir una parte de la posible factura.

Caso idéntico al de las preferentes. El banco tiene unos 3.000 procesos abiertos, y se juega decenas de millones. Y falta un tercer punto: los suelos. El banco traspasó a la Sareb -sociedad de gestión de inmuebles- 5.000 millones de euros en activos tóxicos vinculados al ladrillo. Pero aún se quedó con algunos terrenos cuyo valor puede deteriorarse.

Y sigue el cabreo con el FROB

Lo que puede influir en ese precio son los créditos fiscales, unas jugosas bonificaciones para el comprador que, a falta de tres días para cerrar la primera fase de venta, siguen en el aire. Ayer hubo una reunión en Madrid de todos los bancos y fondos interesados, y según algunos presentes no quedaron definidos esos activos, que pueden sumar entre 2.500 y 2.800 millones. El FROB, en cambio, sostiene que sí quedó todo claro. Todo ello sigue provocando un gran enfado.