Europa se olvida de las pymes

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Draghi muestra su preocupación por las pymes, pero no hace nada.
Draghi muestra su preocupación por las pymes, pero no hace nada.

La UE no ha alumbrado ningún plan concreto para desatascar el crédito

18 nov 2013 . Actualizado a las 13:05 h.

Andan los Veintiocho a vueltas con su desafío estrella: la tan traída y llevada Unión Bancaria. Avanza en su construcción arrastrando los pies. A ritmo europeo, ya se sabe. Pelean, como siempre, ricos y pobres. Unos porque no quieren poner más dinero y, otros, porque quieren recibir más, sin renunciar a la soberanía.

Y, mientras, descuidan otros grande retos: la lacra del paro juvenil y la financiación -más bien la falta de ella- de las pequeñas y medianas empresas. Dos verdaderos talones de Aquiles para España.

En el capítulo del empleo, no le han ido del todo mal las cosas a Rajoy en el tira y afloja europeo. Ha conseguido 1.800 de los 6.000 millones que Bruselas ha puesto sobre la mesa. Aunque, eso sí, porque la tasa de paro entre los jóvenes es terrorífica. Las últimas estadísticas publicadas por la Comisión Europea reflejan que en septiembre había 5,6 millones de jóvenes europeos sin trabajo, lo que representa una media del 23,5 %. Grecia (57,3 %) y España (56,5 %) son los peores alumnos de una clase en la que Alemania (7,7 %) y Austria (8,7 %) ocupan los pupitres de la primera fila.

En el otro espinoso asunto, el del tortuoso acceso al crédito de las pymes, no ha habido tanta suerte. Y la necesitamos. Los números hablan por sí solos: el 99,8 % de las empresas radicadas en España son pymes. Y, o bien no tienen acceso al crédito o lo pagan a precio de oro.

De acuerdo con los últimos datos del Banco Central Europeo -en teoría muy preocupado por este fenómeno de la fragmentación financiera, pero en la práctica, y hasta el momento, bastante pusilánime- las pequeñas y medianas empresas españolas llegan a pagar un 77 % más que las alemanas. Y todo, por el riesgo país. Aquello tan castizo de «dime con quién andas...». Y es que, ser una pyme en España o Italia, nada tiene que ver con serlo en Alemania, Austria o Luxemburgo. Lo tienen mucho más difícil las del Sur. Y no hablemos ya de Portugal, Grecia o Chipre.

Mucho se han llenado la boca los dirigentes europeos hablando del tema, asegurando que pondrían toda la carne en el asador para erradicar el problema. Pero, poco, o más bien nada, han hecho.

Todas las esperanzas españolas estaban centradas en la cumbre que se celebró en Bruselas el 24 y el 25 de octubre pasados. En junio, el Consejo Europeo había prometido establecer la manera de allegar financiación a las pymes. Con el Banco Europeo de Inversiones como brazo ejecutor.

Retórica europea

Pero, llegó octubre, y todo se quedó en palabras. Porque lo que alumbró esa cumbre, para disgusto de Rajoy, fue solo retórica. Se habló de préstamos por valor de 58.000 millones para sacarle la soga del cuello a 580.000 pequeñas y medianas empresas del Viejo Continente. Pero, no se concretó en papel. Y de fechas, ni hablaron, más allá de que la iniciativa, ni mucho menos concretada, debería echar a andar el año que viene. Y mientras, las pymes europeas seguirán echando el cierre y mandando trabajadores a las listas del paro.