Políticos de PP y CiU, representantes de empresas y de la banca censuraron ayer los insultos proferidos el lunes por un diputado de la CUP (partido de extrema izquierda) en el Parlamento catalán contra el expresidente de Bankia Rodrigo Rato, que IU no ha criticado y han sido justificados por ERC. Para el presidente del Congreso, Jesús Posada, no le gustó «nada» que insultaran a Rato, «un amigo». «Me duele que le traten así», a él y a cualquier compareciente en un Parlamento. Se refería así a la intervención del diputado David Fernández, que mostró al exbanquero su sandalia y le increpó tras preguntarle si no tenía miedo. «Hasta pronto, gánster», le espetó. Ayer se ratificó en esas palabras.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo consideró un «espectáculo lamentable». La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, dijo que «jamás había visto una actuación tan lamentable como esa». Y el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antonio Duran i Lleida, vio «impresentable» el tono de Fernández. El presidente de la CEOE, Joan Rossell, pidió que se respeten las formas. Para Francisco González, presidente del BBVA, lo ocurrido fue «sobre todo triste».