Pescanova prevé deshacerse de la macroplanta acuícola de Portugal

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La planta de Mira fue inaugurada en el 2009 y, desde entonces, solo ha acarreado pérdidas a la multinacional.
La planta de Mira fue inaugurada en el 2009 y, desde entonces, solo ha acarreado pérdidas a la multinacional. gustavo rivas< / span>

Produce la mitad de las 7.000 toneladas previstas, tras una inversión de 140 millones

07 nov 2013 . Actualizado a las 14:57 h.

El proyecto estrella de la era Fernández de Sousa se ha convertido en todo un lastre. La macroplanta de cultivo de rodaballo de Mira ha pasado a engrosar la lista de activos no estratégicos del grupo, tras invertir en ella 140 millones. Fuentes conocedoras del plan de negocio de la compañía aseguran que su futuro pasa por la desinversión en Portugal, una factoría que consideran «gafada» porque, desde su inauguración, en el 2009, solo ha acarreado pérdidas.

Acuinova Portugal o lo que es lo mismo, la planta de Mira, estaba pensada para implantarse en cabo Touriñán, pero el Gobierno bipartito impidió su construcción por tratarse de una zona de protección ecológica.

El entonces presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se llevó la inversión a Portugal con la previsión de convertirla en la mayor planta de cultivo de rodaballo del mundo, con una previsión de producir 7.000 toneladas al año. Para ello recibió un total de 45 millones de euros de ayudas por parte del Gobierno luso: 40 en concepto de subvenciones del Ministerio de Economía y Agricultura y 5 por crédito fiscal. Pero los objetivos no se han cumplido. En en el 2010 produjo 2.880 toneladas, en el 2011 subió a 3.931 y cerró el 2012 con 4.397.

Improductividad

Detrás de esas cifras se encuentran graves fallos en la infraestructura que han llevado a Pescanova a pleitear con Sacyr por defectos de la construcción que han ocasionado varios accidentes y pérdidas superiores al 50 % de la producción. Esta situación ha provocado la suspensión temporal de contrato de trabajo a 84 de los 174 empleados que tiene la planta.

La posible venta de Mira preocupa desde hace tiempo en Portugal. Ayer mismo, fuentes de Acuinova Portugal negaron la existencia de dificultades y garantizaron que la planta es viable y que está previsto que retome la producción en el 2014.

Sin embargo, no es esto lo que sugiere el plan de viabilidad elaborado por la consultora PwC, cuyo borrador (el documento definitivo se entregará la semana próxima) analizó ayer el consejo de administración de Pescanova, y en el que se puesta por realizar ajustes en la estructura del grupo en el caso de activos no estratégicos, entre los que la acuicultura podría llevarse la peor parte, a pesar de que aporta ya un tercio del beneficio bruto. Cumple recordar que la empresa está también a la espera de que cristalicen en un acuerdo las conversaciones para la venta de Acuinova, su división de salmón en Chile.

La apuesta en este sector ha sido fuerte. En los últimos años ha invertido 450 millones (dos veces y media su resultado de explotación) para zambullirse de lleno en la cría de langostino vannamei en Nicaragua, Ecuador, Honduras y Guatemala, y en la de rodaballo con la colosal planta en Mira.

Pero Pescanova ya ha comenzado a desprenderse de activos ligados a la acuicultura. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra decretó la semana pasada la disolución de las tres sedes filiales del grupo en Andalucía (Acuinova).