La solución que los trabajadores de Fagor y Edesa reclamaban ayer en las calles se abordará el próximo lunes en los despachos. Para ese día se ha fijado una reunión entre el Gobierno vasco y los representantes de la Corporación Mondragón, como informó ayer la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, que, una vez clara la intención del grupo de no inyectar más liquidez, ha abogado por trabajar para «minimizar el impacto social que la decisión de cierre de Fagor ha causado».
Pero la llamada del Ejecutivo regional a no buscar culpables ni usar la situación de la compañía como «arma arrojadiza» en la arena política cayeron en saco roto. Así, el exlendakari socialista Patxi López tildó de «sorprendente» que el Gobierno vasco aportara 52 millones de euros a Fagor sin que la empresa presentara un plan de viabilidad creíble, a lo que el PNV respondió más tarde recordando que parte de esas ayudas (27 millones) se concedieron en el 2012, cuando gobernaba López.
A favor de la continuidad de la actividad de Fagor se pronunciaron ayer los alcaldes de la comarca de Mondragón. El regidor de la localidad, Iñaki Azkarraurizar, urgió a buscar una salida argumentando que «si hace una semana una parte de Fagor era viable, ahora también lo es».