A España se le está poniendo cara de Alemania

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El país apuesta por bajar salarios y elevar el peso de las exportaciones

27 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuántas envidias, y alguna que otra fobia, no habrá despertado Alemania a lo largo y ancho de esta agotadora crisis. Tan implacable ella. Siempre con el látigo de la austeridad en la mano. Tan impávida ante las desgracias ajenas. Y tan inasequible a las embestidas de la crisis, que tan baldados han dejado a los socios del sur.

Pues alégrense (o no) porque dicen los expertos del Deutsche Bank, uno de los grandes bancos alemanes, que «España se está germanizando». Y lo dicen porque, ante el clamoroso fiasco de su modelo de crecimiento, edificado a partir del ladrillo, ha escogido ahora la opción de un crecimiento moderado, volcando sus esfuerzos en devolver la competitividad y la rentabilidad a las empresas por una vía muy alemana: la contención de los salarios.

Aclaran los analistas de la entidad, eso sí, que esta «germanización» del patrón de crecimiento español, en la que las exportaciones están llamadas a jugar un papel crucial se ha llevado a cabo «por necesidad». Que es algo así como aquello tan castizo de «a la fuerza ahorcan».

Y nos arrojan flores asegurando que la mejora de la productividad que se observa en España desde el 2008 es «impresionante». Que en solo cuatro años se ha cubierto la diferencia que nos separaba de Alemania y Francia, fraguada a golpe de excesos en los diez años precedentes. También aclaran que, aunque todavía queda un largo trecho por recorrer, el peso de las exportaciones en el PIB español converge hacia niveles teutones (52 % a partir de finales del 2012), más rápido que en Francia e Italia.

Ajuste salarial para rato

Así dicho, suena bien. Pero, no es oro todo lo que reluce. Porque mantienen en el Deutsche Bank que A España no le queda otra que seguir adelante con los ajustes, especialmente en materia salarial. Que hay que seguir recortando sueldos, vamos. Se nos ha puesto cara de Alemania, pero hay que seguir apretándose el cinturón para poder lucir en el futuro un rostro con lustre. A seguir sufriendo.

Y ahora que España empieza a parecerse a Alemania, va esta, y se afrancesa. Y eso porque el gasto de los consumidores pesa cada vez más en su crecimiento. Algo inusual en un país que ha hecho siempre de la producción industrial y de las exportaciones sus principales ases económicos.

Y para completar el baile de disfraces, resulta que Francia se está españolizando. Dicen los expertos del Deutsche que el endeudamiento de su sector privado está creciendo, y mucho, al calor de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).

La única que sigue fiel a su estilo es Italia. Allí no se aprecia un cambio claro de modelo.

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